Empieza a existir unanimidad en la consideración de
Joan Jordán como uno de los mejores fichajes realizados por
Monchi este verano. El centrocampista de
Regenços ha sido pieza importante en los dos primeros partidos de
LaLiga y determinante en el segundo al firmar el tanto de la victoria en el Nuevo Los Cármenes.
Él y
Fernando Reges han blindado el centro del campo y contribuido al crecimiento en solidez del equipo con su físico e inteligencia táctica, sin olvidar que, en muchas ocasiones, inicia la circulación sevillista o ejecuta cambios de orientación muy precisos.
Esa labor recibió como premio el tanto del triunfo en
Granada, en lo que supuso un aumento de sus registros sobre el césped, pues añadió uno más con la naturaleza de la diana. No en vano, de él ya se conocía su dominio del
juego aéreo y del
balón parado y también su buena pegada desde media distancia, pero el viernes añadió un aspecto desconocido con su primer tanto al
contragolpe.
Y es que el catalán participó en la salida rápida y después la culminó al mandar a la red el rechace tras el primer intento de
Luuk de Jong. Es la primera vez que marca en esta faceta del juego, lo que refleja su crecimiento y la asimilación de los conceptos de
Lopetegui, que insiste en la presión para recuperar rápido y armar el ataque.
Jordán lo ha comprendido a la perfección y lo aplicó en su duodécimo gol en
Primera división, en la que, curiosamente, se ha encontrado más acertado de cara a la portería como visitante, con siete goles por los cinco en casa.