LA CRÓNICA

APOEL 1-0 Sevilla: Un tachón que nunca gusta en el expediente

APOEL 1-0 Sevilla: Un tachón que nunca gusta en el expediente
- Fernando Mateos
Fernando MateosFernando Mateos 6 min lectura
No deja de ser un tachón sin mayor trascendencia. Pero a nadie le gusta algo así en su expediente. Y al pentacampeón de la Europa League debe darle siempre rabia caer ante un rival tan débil. Ni la posibilidad de un pleno histórico ni el medio millón de euros que otorgaba el triunfo. Nada motivó como debía a los menos habituales y ninguno de ellos le demostró a Lopetegui que debe formar parte de su selecto club de titulares.

Porque, como ya aventuraba la lista, el técnico apostó en Nicosia por un once plagado de suplentes, aunque sin Dabbur y con Ocampos, al que quiso así dar ritmo de competición en medio de su sanción, haciendo debutar incluso a Genaro, del filial.

Era la ocasión de reivindicarse de jugadores como Rony Lopes, que ha pasado a ser el último en las preferencias del técnico vasco, o el joven Bryan Gil, a más en las últimas citas. Pero en este caso, el barbateño, impreciso, fue uno de los que no aprovechó la oportunidad y el luso, actuando de enganche, sí dejó detalles para la esperanza. De sus botas, de hecho, salió de lo poco peligroso del Sevilla en una anodina y aburrida primera parte, controlada por un conjunto nervionense que se repuso pronto al ímpetu inicial del APOEL y ejecutó más del triple de pases que su rival, la mayoría de ellos, sin embargo, lejos de donde se cuecen las papas.

Los de Lopetegui carecían de profundidad por los costados y se empecinaban en tocar y tocar por dentro sin la velocidad necesaria para sorprender, lo que hacía que los chipriotas, ordenados, apenas no sufrieran, saliendo además con cierto peligro especialmente por la izquierda, por medio de Jakolis.

Hubo que esperar al minuto 11 para ver la primera llegada blanquirroja, con un centro de Escudero que no pudo empalar Ocampos en el corazón del área. Pero no hubo continuidad. El APOEL animaba a los pocos asistentes con acciones a balón parado y una de las mejores noticias en clave sevillista era el buen hacer de Genaro, que impidió el remate de un rival con un despeje de cabeza en el 17'.

Era Rony de los pocos que lo intentaba, como con un disparo de rosca lejano que se marchó desviado en el ecuador del primer acto, poco antes del minuto loco, el 27', cuando más plano estaba el juego. De área a área, Bono despejaba primero con una buena mano el disparo de Tamari, que aprovechó una pérdida de Bryan Gil, y acto seguido era Ocampos el que se llenaba de balón y disparaba a romper ante el meta local.

Dos ocasiones seguidas a las que le siguió el gol en fuera de juego del propio extremo argentino, después de una buena apertura a banda de Rony y el centro posterior de Escudero.

Fue un espejismo. De ahí al intermedio, más minutos para los bostezos, sólo abortados por un centro de Bryan Gil, que se pasó a la derecha para intentar rascar bola, y que no pudo cabecear Chicharito, sin opción alguna en su pelea con los centrales chipriotas y sacrificado al descanso, dejando pasar así una nueva oportunidad.

En su lugar entró Dabbur. Y el israelí tuvo en sus botas una inmejorable ocasión para sumar un nuevo gol en Europa y, visto lo visto, casi resolver la contienda. Cuando peor estaba el Sevilla, impreciso en las entregas, Ocampos era arrollado en el área por Alef y, tras una disputa con el propio jugador argentino y Gudelj, Dabbur agarró el balón y lanzó el penalti, pero Belec acertó su lanzamiento.

Fue un punto de inflexión para el APOEL, que se vino arriba y aprovechó una mala salida de Bono y la empanada general de la defensa sevillista para hacer el 1-0 con un cabezazo de Savic. Restaba media hora por delante, pero si ya había resultado difícil motivarse sin más aliciente que alcanzar el pleno, con todo cuesta arriba lo que estuvo más cerca fue el segundo gol local, con un centro peligroso de Jakolis o un disparo lejano de Pavlovic. Todo ello, ante un Sevilla impreciso y desorganizado, lo que Lopetegui trató de corregir con la entrada de Mena para volver a su esquema habitual y ganar peso en la medular.

Ya con esa disposición, volvieron los nervionenses a tomar el control en la recta final, pero eso no fue suficiente para remontar ante un rival tan motivado como endeble. Un centro de Rony, que Dabbur no enganchó, un disparo con rosca de Óliver, un par de cabezazos de Mena... Muy poco para asustar de verdad a un APOEL que tuvo la puntilla a la contra, solventando esta vez sí Bono por dos veces la papeleta. Ahora toca esperar rival en el sorteo del lunes. Y muy posiblemente, los protagonistas de los jueves pasarán a ser otros.
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