La
plantilla del Sevilla ha continuado esta mañana con la preparación para la cita del domingo contra el
Celta, vital para reencontrarse con
su mejor versión y espantar los fantasmas de febrero. El equipo se ha ejercitado en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros Palacios en una sesión
con novedades relevantes.
No en vano,
han reaparecido Banega y Bono. El rosarino se
ausentó en el entrenamiento del miércoles, lo que provocó que saltaran las alarmas, si bien los servicios médicos se encargaron de aclarar que sólo se trataba de un
descanso pautado por la regulación de las cargas de trabajo.
Bono, por su parte,
ya se ha recuperado de su lesión y se ejercitó al mismo ritmo que
Vaclik, lo que obviamente no cambiará el rol de titular del checo.
En el capítulo de ausencias,
Óliver Torres se mantiene al margen de los compañeros debido a las
molestias que arrastras en el sóleo y que le han impedido trabajar con normalidad esta semana, por lo que
causará baja posiblemente en la visita a Balaídos. Su probable ausencia resta posibilidades para la medular, que, a priori, formarán
Fernando, Jordán y Banega.
El extremeño se queda como el
único ocupante de la enfermería, que se ha ido
vaciando poco a poco con las recuperaciones de
Jordán,
Carriço y ahora del portero
Bono. Una buena noticia para
Lopetegui, con más mimbres disponibles a la hora de confeccionar su once.
El equipo realizó la primera parte de la sesión en el gimnasio de las instalaciones de la Carretera de Ureara, para después completar el trabajo físio en el calentamiento y
profundizar en aspectos tácticos en los que el preparador nervionense quiere hacer hincapié, para corregir errores y
mejorar en la faceta ofensiva.
Álvaro Palomo2 min lectura