El
Sevilla no pudo dar continuidad en el segundo tiempo al gran primer acto que realizó ante el
Krasnodar. Pasó de realizar una exhibición, a sufrir tras la reacción rusa, aunque como es habitual en los de
Lopetegui, compitió y acabño ganando.
Con el 1-1 surgieron momentos de duda, pero Lopetegui movió rápido el banquillo para recuperar el control. Detuvo el vendaval rival, el choque se convirtió en un ida y vuelta y
Munir acabó sentenciando para cerrar la clasificación para los octavos de final de Champions.
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