Fue decretar el final de
El Gran Derbi e irse varios jugadores del
Real Betis hacia
Mateu Lahoz, para mostrarles su disconformidad con algunas de sus decisiones. Puede que el hecho de dejar sólo -a su juicio-
tres minutos de prolongación, puede que para recordarle
el presunto penalti de Bono a Canales, porque en el gol anulado a
Juanmi no quedaban dudas de que el ex de la Real Sociedad estaba en claro fuera de juego.
Especialmente larga e intensa fue la charla de
Aïssa Mandi con el árbitro valenciano, aunque en las imágenes ofrecidas por televisión no se vio que le había amonestado. Eso se ha comprobado más tarde, en el acta del partido, el cual recoge
otra amarilla al bético Morón por idénticas circunstancias:
"Hacer observaciones" a una de sus decisiones
"una vez finalizado el partido y aún sobre el terreno de juego".
Y al central le cogió allí mismo, pero
el marbellí saltaría desde el banquillo para buscar a Mateu, pues Pellegrini -extrañamente- no le dio ni un minuto de juego ante el eterno rival.