Acaba de cumplir
28 años, un buen momento para echar la vista atrás y repasar sus inicios, ligados desde la infancia al mundo del fútbol en su Montequinto natal. Con su hermano, también portero, como referente,
Sergio Rico ha concedido una extensa entrevista a la revista '
Panenka' mientras sigue inmerso en uno de los proyectos deportivos más ambiciosos del orbe, el del
PSG. Recuerda su etapa de formación como "una de las etapas más bonitas", sobre todo por acabar en el mundo profesional: "No hay presión ninguna, es puro disfrute. En mi caso, que tuve la suerte de cumplir estos años en el
Sevilla FC, cada vez que había vacaciones o un parón en el colegio nos llevaban de
torneo por España o, incluso, fuera. Éstas son las
experiencias más bonitas que guardo: poder conocer a gente, hacer nuevos
amigos en otras ciudades, en otros países...".
Desde
cadete se dio cuenta de que haría carrera, al recibir
ofertas de equipos y empezar a ser asiduo en las
selecciones sevillanas y andaluzas, pero "es en
División de Honor Juvenil cuando las cosas se ven más claras. El salto ahí es muy importante. Se empieza a ver si el club apuesta por ti o no". Y apostó. En
septiembre de 2014 se lesionan
Beto y Barbosa, que eran los dos porteros principales de aquel Sevilla, y le toca subir del filial para debutar con el primer equipo. "Fue un día
súper especial para mí. Es el momento
soñado, el que llevaba esperando toda mi vida y para el que había estado preparándome durante todos esos años en la cantera. Luego, todos esos
nervios que hay al principio se disipan con el silbido del árbitro. Es un día inolvidable para mí, una de las mejores experiencias", rememora Sergio.
Ese mismo año acaba con la lucha por la
titularidad con el portugués, la conquista de la
Europa League y la convocatoria de
Del Bosque. "Fue todo un sueño. Después del debut, tuve la suerte de disfrutar muchos partidos más en la portería del Sevilla. Un jugador que acaba de empezar no puede pedir nada más: contar con minutos y conseguir todo lo que se logró en aquel 2014. Estoy muy
agradecido", apunta el nazareno, que vio crecer el
idilio del club nervionense con la UEL: "Hoy en día, incluso, el Sevilla sigue siendo un equipo muy fuerte en la Europa League. Tiene algo distinto con esa competición. Toda la ciudad siente algo diferente con ella. Se vive todo de forma muy efusiva, con mucha ilusión, de forma muy cercana. Además, Unai
Emery siempre metía un plus de
motivación. Es un entrenador muy motivador, que sabe perfectamente cómo agarrar el pellizco de cada futbolista para que ofrezca el 200%. Tienen algo especial, tanto el Sevilla como él. Para mí fue una experiencia muy bonita, ganar tres de ellas es algo espectacular. Desde el club también transmitían este
sentimiento. Los aficionados siempre se volcaban con nosotros. Era fantástico. Por la tarde, en el hotel, ya se escuchaban cánticos, se veían aficionados con bengalas alrededor del autobús, acompañándonos en el paseo hacia el estadio… Para los jugadores que llegaban de fuera, era algo
espectacular. Yo lo había vivido como aficionado y luego tuve la suerte de vivirlo como jugador, desde dentro. Son experiencias que no se olvidan".
Tras toda la magia, a Rico le tocó emigrar en busca de
oportunidades y regularidad, una etapa que rememora así: "Todo jugador que empieza en su ciudad quiere probar nuevas experiencias. Abrir el abanico futbolístico, probarse en nuevos equipos, en otras competiciones. Yo llevaba cuatro años en el Sevilla, pero nunca me había cerrado a probar nuevas experiencias en el
extranjero. Me encantaba la idea de aprender otro
idioma, de vivir otra competición. Mis etapas en Inglaterra y Francia me han ayudado a ganar experiencia a nivel personal y profesional. Salir al extranjero y alejarme de mi familia y amigos fue duro, pero también me ha ayudado a madurar como persona y jugador. Hasta que no sales de tu zona de
confort no le das el valor y la importancia que tiene estar en casa".
Precisamente por ese carácter nómada, se trata de una voz autorizada para
comparar tres de las cinco grandes Ligas de Europa. "La
española es la
más técnica y táctica. Es la que mejor nivel tiene en esto. La
Premier League es
más física, de mucho ida y vuelta, y eso la hace más divertida. Cualquier equipo puede ganar cualquier partido; da igual que seas grande o pequeño. También la Liga inglesa tiene un
marketing detrás que es
brutal. Se la recomendaría a todos los jugadores. En el caso de la
Ligue 1, en estos últimos años ha ido
creciendo cada vez más, porque van llegando mejores futbolistas a la competición, sobre todo ahora que el
Paris Saint-Germain está trayendo a todas las figuras. Los estadios en Francia son un espectáculo casi todos. La mayoría de equipos tienen unas
instalaciones fantásticas".
Para los porteros, también hay diferencias: "LaLiga y la Ligue 1 se parecen bastante en este sentido. En ambas se busca mucho el
juego de pies en el portero, que el inicio se haga de forma elaborada y seamos uno más en la circulación de balón. También se incide mucho en el
espacio que existe a espaldas de la defensa, porque la mayoría de equipos defienden
muy alto y el portero tiene que abarcar más metros. En
Inglaterra no sucede esto. El juego es más de
ataque-defensa, no tienes que estar tan pendiente de lo que ocurre a espaldas de la defensa, pero sí necesitas más fuerza física. Es un fútbol más duro, donde se permiten bastantes cosas en el
juego aéreo que en España y Francia no se permiten, y, para entrar a estos duelos, tienes que trabajar bien el cuerpo".
Además, Sergio Rico considera a
Pochettino "muy cercano con los jugadores" por su pasado como central y se muestra "convencido de que será un gran año", pues la plantilla está formada por efectivos "impresionantes", con
Messi como colofón: "Quienes ya estábamos aquí lo hemos disfrutado como unos aficionados más. Es un privilegio poder disfrutar cada día de estos grandes jugadores y aprender de ellos. Todas estas llegadas han sido una grata sorpresa para nosotros, y también que
Mbappé se haya terminado quedando en el último momento. Ahora vamos a ver si conseguimos todos los objetivos que nos hemos marcado, pero estoy seguro de que disfrutaremos y seguiremos aprendiendo todos juntos (...) Hay un salto de calidad impresionante; la
velocidad a la que circula el balón en los entrenamientos es altísima". Y, con
Donnarumma, todavía lo tendrá más difícil para jugar: "Llevamos una competencia muy sana, ya que cada uno sabe su rol. Lo llevamos bien, sobre todo en mi caso. Tengo una gran amistad con
Keylor, que es una persona increíble. Si como portero es bueno, como
persona es igual o mejor. Es un buen amigo, y eso hace que la competencia sea fácil de llevar. Al final, todos buscamos remar hacia el mismo lado".
Por último, el meta criado en la Carretera de Utrera deja un deseo en el aire: "La situación que ha tocado es complicada, pero, por ejemplo, sería muy bonito enfrentarme al Sevilla. Sería un partido muy
especial, aunque tuviera el
corazón partido. En todo caso, el objetivo número uno ahora es que el equipo consiga sus objetivos y que todo vaya por la línea que tiene que ir".