La amenaza de Coco Gauff a Sabalenka y Swiatek ya es una realidad

Terminada la gira asiática, el circuito femenino ha llegado a la misma conclusión: Coco Gauff ya puede apuntar a la número uno del mundo del ránking WTA. Todavía les separan casi 3.000 puntos, pero el estado físico y tenístico que está demostrando en esta recta final de año bien merece un toque de atención tanto para Sabalenka como para Swiatek.

De hecho, la polaca ya sólo mantiene un renta de 895 puntos sobre ella. Y es que ahora mismo no hay muchas que puedan frenar a la estadounidense en la pista y está dispuesta a ponerle la mejor guinda posible a un temporada donde ya ha sido capaz de ganar Roland Garros, entre otros torneos.

En China se ha hecho con la corona del WTA1000 de Wuhan y en el WTA Pekín llegó a semifinales. Y como recompensa ya tiene asegurado su billete para las WTA Finals por cuarto año consecutivo y podrá así defender su título.

En una entrevista concedida a Arab News, la norteamericana se mostraba así de orgullosa: "Significa mucho para mí. Creo que esto demuestra que definitivamente no me estoy quedando atrás y quiero seguir mejorando, subir en el ranking y hacerlo bien. Para mí, el solo hecho de clasificar a la final, sobre todo un poco antes, considero que tan pronto, sin tener que jugar los otros torneos, es una sensación fantástica. Es un torneo prestigioso, uno que siempre espero con ilusión jugar y del que formar parte".

Echando la vista atrás, no se le olvida su primera participación en las mismas: "Recuerdo que estaba muy cansada al entrar en ese torneo y nunca había jugado una temporada tan larga y tan agotadora como la anterior; y además me gustaba jugar individuales y dobles también. Cuando perdí mi primer partido, pensé: 'Vale, está bien. Solo tenía el objetivo de ganar un partido y simplemente no lo conseguí'. Y luego, sinceramente, justo después de eso, pensé: 'Bueno, para ganar este torneo, tengo que hacer un gran esfuerzo'".

Sobre este certamen, Coco Gauff se moja sobre el cambio constante de escenario: "No lo sé. Dado que en mis últimas tres finales he estado en tres lugares diferentes, definitivamente no creo que debamos ir a lugares diferentes cada año. Ahora bien, no siento que haya estado en un circuito lo suficiente como para saber si 10 años son lo correcto o no, porque he jugado en tres años diferentes. Y definitivamente creo que es beneficioso mantener un torneo allí durante al menos dos o tres años seguidos".

Por último, ha confesado que le ha ganado el pulso a su entrenador: "Dije, 'voy a retar a Jean-Christophe Faurel', mi entrenador, porque al principio no quería que viniera a China porque tuve un US Open difícil, pero tenía que demostrarle que se equivocaba. Soy muy testaruda, así que quizá lo dijo a propósito para que tuviera un buen resultado aquí".