Francisco Salas3 min lecturaEl tenis femenino mundial vive en un gran momento en lo que a competitividad se refiere, pues tras unos años de volatilidad post retirada de las hermanas Williams, y una época en la que se sucedieron las dominadoras, como Simona Halep, Garbiñe Muguruza y demás nombres, ahora parece que ha vuelto la normalidad y de nuevo se vive un momento álgido. Aryna Sabalenka e Iga Swiatek, junto a nombres como Coco Gauff, Elena Rybakina o Paula Badosa, han llevado el juego al siguiente nivel y cada torneo es una oportunidad de oro para ver partidos increíbles, sin embargo, aún queda mucho por hacer, como ha dejado claro la propia número 1.
Sabalenka manda en la WTA con cierta holgura después de un buen tramo final de año y pese a perder en el Open de Australia, del que había ganado las dos últimas ediciones, sigue siendo el timón sobre el que orbita el circuito. Por eso mismo su voz tiene mucho peso en las decisiones que se tomen, así como en lo que suceda al respecto de los diferentes torneos y eventos importantes. En ese contexto, cuando hace alguna queja es importante escucharla y es justo lo que ha pasado este viernes.
La bielorrusa se ha sumado a una corriente cada vez más extendida en contra de las pelotas con las que juegan, en este caso de las Dunlop Fort, de las cuáles ha publicado una foto en la que se puede apreciar perfectamente la diferencia entre una bola nueva y otra con la que se ha jugado 25 minutos. La segundo parece una bola muy vieja por el tremendo desgaste que ha sufrido. La de Minsk pide con un mensaje críptico mayor durabilidad, algo que no es nuevo en el tenis profesional.
Pocas cosas son más importantes para jugar al tenis que las pelotas, y en el profesionalismo causan muchos más problemas de los deberían. Uno de los que más ha alzado la bola es Daniil Medvedev, el ruso, siempre ávido para la queja, ha explotado varias veces mientras jugaba algún partido al expresar que esas pelotas no están para jugar. Mientras que siempre ha mantenido un discurso muy crítico sobre que se cambien en cada torneo en lugar de buscar un equilibrio entre todas las semanas del circuito. Precisamente ese último punto es algo en lo que tanto ATP como WTA están trabajando, pero con mensajes como el de Sabalenka, aún queda trabajo sin conocer.