Una leyenda de la ATP vuelve a lo grande en España

Marin Cilic ha triunfado en el Challenger de Girona, en una gran paso de la leyenda croata que quiere volver a pelear con la élite del tenis tras una época muy oscura por culpa de las lesiones

Una leyenda de la ATP vuelve a lo grande en España
Marin Cilic disputando un partido ATP - Cordon Press

El mundo del tenis cada vez está más acostumbrado a ver a jugadores muy veteranos aguantar y muchos su carreras, ya sea en casos de la más absoluta élite, como está haciendo Novak Djokovic, quien está a punto de lograr su título 100 estaba semana en Miami a los 38 años. Sin embargo, no es el único que se está agarrando con relativo éxito a su carrera. Por ejemplo, es imposible obviar el caso de Marin Cilic, quien a sus 36 años y tras un calvario de lesiones quiere seguir siendo competitivo y estos días lo ha desmostrado a lo grande en Girona.

El croata, todo un campeón de Grand Slam, pues se alzó con el US Open en 2015, es una leyenda de la historia reciente por méritos propios, pero además de sus títulos es imposible pasar por alto que su legado también va a quedar para siempre por sus últimos años. Esos en los que muy mermado por las lesiones pudo agarrarse con todo a la pista para seguir jugando. El ejemplo ha llegado en el Challenger de la ciudad gerundense, el mismo donde partía con pocas expectativas después de haber sido arrasado por el español Daniel Mérida en su estreno en el Challenger de Murcia hace unos días. Pero no ha sido impedimento para acabar triunfando.

La veteranía es un grado

Sobre la arcilla gironí Cilic comenzó con un gran partido ante Carlos Taberner, al que superó sin sufrir en dos sets, pero su peor momento en el torneo le esperaba una ronda más tarde, en octavos de final, donde se iba a medir a Marton Fucsovics, el primer cabeza de serie. Y frente al húngaro se vivió una batalla que se dirimió en tres sets y cayó del lado del croata, quien supo resistir para remontar.

Y a partir de ahí fue capaz de olvidarse del sufrimiento en el resto de las rondas que le quedaban en Girona. Y eso que en su cuadro aparecían rivales de mucha entidad. Empezando por los cuartos, donde todo un referente del tenis español como Pablo Carreño estaba enfrente de él, pero no fue rival. Como tampoco lo fue Jesper De Jong, el cuarto cabeza de serie y que apenas opuso resistencia.

Así llegó a la final, donde sobre el papel el rival era inferior. El danés Elmer Moller, de 21 años, no fue un problema para él y en dos sets, 6-3 y 6-4, certificó el triunfo y un nuevo título que le permite volver a sonreír tras una mala época.