Alvaro Arenillas3 min lecturaYa tenemos campeona de Wimbledon en 2023. La tenista checa Marketa Vondrousova ganó su primer Grand Slam al vencer a la tunecina Ons Jabeur por 6-4 y 6-4 en un partido que le hace entrar en la historia del mítico torneo inglés.
Más allá de la felicidad y el orgullo por lograr su primer major en el circuito de tenis, la raqueta de 24 años ha entrado en la historia del All England Club al ser la primera no cabeza de serie en proclamarse campeona, ya que llegaba a la cita en Londres como la número 14 del mundo.
Mientras por el lado de la tenista de la República Checa todo era felicidad, para Jabeur la tarde se convirtió en una nueva pesadilla para su carrera. Tras caer en las finales del Abierto de Estados Unidos y del propio Wimbledon en 2022, con la derrota de hoy acumula tres finales de Grand Slam sin ser capaz de llevarse la victoria.
Lo cierto es que la tunecina volvió a demostrar que los momentos importantes le superan. Hizo un inicio de partido arrollador y aun así se fue de vacío del verde de Wimbleson. Tras ganar 15 de los primeros 20 puntos se llegó a poner 4-2 arriba tras más de 30 minutos de partido. Olía a partidazo y a primer título para la tunecina, quien llegaba como favorita, pero incomprensiblemente empezó a fallar golpe tras golpe. Tan frustrada llegó a estar que se golpeó con su propia raqueta al ver que directamente estaba regalando el partido.
Con el primer set perdido al ver como su rival se llevaba cuatro juegos consecutivos, las cosas no empezaron mejor en el segundo, pero cuando parecía que todo se iba de las manos se levantó para colocarse 3-1 arriba. Era su momento. Le tocaba rematar la manga e ir a por la tercera, pero Vondrousova reaccionó; tanto es así que que ganó cinco de los seis siguientes juegos para firmar otro 6-4 y levantar los brazos como campeona de Wimbledon tras cerrar el encuentro con una volea, como se debe hacer en este espectacular torneo.
"El tenis es una locura, ganar esto después de lo que he pasado...", comentaba la tenista natal de Sokolov, que el año pasado se perdió el torneo por una lesión en la mano de la que le costó recuperarse y que ahora es pura alegría.
Y también lloró Jabeur, aunque en su caso las lágrimas poco tenían que ver con las que recorrían el rostro de su rival. "Es la peor derrota de mi vida. Va a ser un día muy duro para mí, pero volveré más fuerte. Algún día lo conseguiremos, lo prometo".