El Real Madrid dice basta

La quinta derrota en seis partidos jugados por el Real Madrid fuera del Movistar Arena en lo que llevamos de temporada ha llevado la primera 'crisis' al equipo blanco, que ve cómo pasan las semanas y la diferencia de rendimiento de los jugadores a nivel particular y de la plantilla en general baja muchos enteros cuando se alejan de su público.

Scariolo ha hecho rotaciones, ha probado diferentes cosas, pero lo que en un principio achacaba al proceso de adaptación se le ha caído por el buen rendimiento de los fichajes ante los suyos y el cambio que se produce en general cuando salen de su zona de confort. Ya 'revivieron' al Estrella Roja y al Baskonia previamente, y esta semana lo han hecho con el Maccabi Tel Aviv, que sumaba su segundo triunfo en seis partidos en la Euroliga.

Ante esto, el que ha tenido que dar la cara ha sido el primer capitán, un Sergio Llull que realizó una gran pretemporada, pero que se ha metido en la misma línea de irregularidad que la mayoría de sus compañeros, capaces de hacer lo mejor y lo peor. El de Mahón achaca los problemas a ciertas desconexiones que aprovecha el rival para llevarse el partido o para atajar todo el trabajo que los blancos han ido haciendo para distanciarse en el marcador. “En los entrenamientos puedes mejorar la conexión y la química entre nosotros, pero es en los partidos donde pones en práctica todo lo que entrenas. Tenemos que intentar tener menos desconexiones y que esas desconexiones sean menos duraderas para hacer un partido completo, sólido y conseguir la victoria”, avisa un Llull que no quiere escudarse en el calendario ni el cansancio de tantos partidos para justificar esas duras derrotas.

“Tenemos una plantilla amplia, con jugadores con mucha calidad en todas las posiciones. El calendario es exigente, pero nos gusta jugar partidos y la próxima semana volveremos a afrontar tres”, señalaba en referencia a la doble jornada de la Euroliga que les espera desde el martes con su visita a Múnich antes de recibir al temible Panathinaikos en Madrid el jueves.

Pero antes de eso llega un Baxi Manresa que ganó en Madrid hace dos años y que, de hecho, fue desde el que se inició esa racha que le ha llevado a igualar al Barça con más triunfos consecutivos en casa en la ACB. De ganar este domingo a los catalanes, la habrán superado. “El Baxi Manresa va a ser un rival duro. Ellos siempre ponen muchas trampas en defensa y en ataque les gusta correr y el ritmo alto de partido. Vamos a tener que estar muy concentrados y empezar muy bien el partido para demostrarles que queremos seguir ganando en casa”, avisaba el capitán merengue.

Sergi Llull tiene claro que en casa hay que ganar siempre, aunque no haya récord por medio. “Es un dato bonito y significa que en casa hacemos las cosas bien y que con nuestra afición conseguimos victorias. Ojalá podamos hacer un gran partido, conseguir esa victoria y batir ese récord”, sentenciaba el escolta insular.