El final de temporada de Golden State Warriors ha provocado más dudas que otra cosa. Al no contar con Stephen Curry desde el segundo partido de la serie de semifinales de la Conferencia Oeste contra Minnesota Timberwolves, no son pocos –incluido Draymond Green– los que creen que tenían una posibilidad real de ser campeones de la NBA; sin embargo, la decisión de la gerencia no apunta en esa dirección, sino que más bien confirma la sospecha con su base estrella.
En los presentes playoffs se ha visto al Stephen Curry más fatigado que se recordaba. Ha tenido grandes momentos como los 36 puntos del Game 3 de primera ronda ante Houston Rockets, pero más bien han abundado los que se veía asfixiado por la defensa rival y superado claramente al otro lado lado de la cancha. Pues bien, la organización de San Francisco quiere ponerle remedio.
Tal y como se veía sospechando desde hace tiempo, la gerencia de los Warriors ha decidido atajar de cuajo tal debilidad –la cual ellos mismos asumen–, tratando de reforzar el backcourt con una pieza que aporta desahogo a ambos extremos del parqué, algo para lo que han pensando en nada más y nada menos que en Derrick White de los Boston Celtics.
Según informa Zach Lowe, los Warriors ya estarían considerando seriamente hacer una oferta por el guard de los Celtics. Aunque el propio Mike Dunleavy Jr., presidente de operaciones de baloncesto del equipo, recalcó que la prioridad era reforzar el juego interior, de igual modo se entiende que a estas alturas de carrera Curry necesita más ayuda para desarrollar su juego, ya que atravesar bloqueos a toda velocidad es algo que no puede hacer durante 48 minutos.
Que se fijen en White y no en otros jugadores también encaja. Por todos es conocidos que los Celtics desean hacer reajustes en su plantilla para reducir el gasto salarial, por lo que si llegase una buena oferta por el escolta se lo podrían pensar seriamente; es sí, parecen más inclinados a dar salida a Kristaps Porzingis y Jrue Holiday.
Los años no perdonan a nadie, y tampoco a Stephen Curry. Pese a que facilidad en el tiro –y sin rango– es eterna, el posicionamiento para llegar al mismo empieza a ser algo complicado para él en una temporada tan exigente como la que se vive en la NBA. Sí, es menos Curry, pero lo suficiente como para que Golden State haga una última apuesta en busca del quinto anillo. Ya tienen a Jimmy Butler y Draymond Green, pero necesitan más.