Es uno de los futbolistas más regulares de la plantilla verdiblanca, recordando cada vez más al que maravilló en la segunda vuelta del curso 2013/2014 y justificando la gran inversión realizada después en
Segunda división. La puesta a punto el pasado verano en el apartado físico ha disparado el rendimiento del parisino, hasta el punto de que,
según ha podido saber ESTADIO Deportivo, varios clubes han preguntado por su situación, incluso planteándose seriamente la opción de abordar un traspaso cuantioso (se habla de entre dos y tres veces lo que se pagó al
Sunderland hace año y medio) antes de que expire el mercado invernal.
Serán, por tanto, unos últimos días movidos en
Heliópolis, donde trabajan a marchas forzadas en busca de un sustituto en caso de que, en la recta final de la ventana de transferencias, se concrete una oferta irrechazable, cercana a su cláusula de rescisión. Parte de la decisión depende del internacional senegalés, que ya frenó a su ex equipo, el
Bursaspor, a poco de comenzar la temporada 2015/2016, pues estaba decidido a hacerse un nombre en la elite del fútbol español.
Ahora,
N'Diaye no vería con tan malos ojos un cambio de aires que satisficiera a todas las partes, circunstancia que manejan en la planta noble del Benito Villamarín. Y es que una hipotética venta del mediocentro podría sustentar varias contrataciones del
Betis para otras posiciones, al tiempo que, pese a tratarse de un hombre indiscutible tanto para
Pepe Mel como para Juan Merino, no ocupa una demarcación especialmente parca de efectivos. Así,
Petros,
Digard y
Xavi Torres, este último inédito desde hace tiempo, pueden desempeñar la función del dorsal '18', mientras que
Dani Ceballos, Portillo y hasta
Fabián se adaptarían sin muchos dramas al eje de la parcela ancha.
Sea como fuere, algo se cuece muy en serio con
Alfred N'Diaye en las últimas semanas, aunque puede que las ofensivas, especialmente la de un equipo extranjero con notable poder adquisitivo, no llegue a concretarse antes del próximo lunes, cuando se cierra el plazo. En el
Betis son conscientes de que todas las variables son posibles a estas alturas de enero.