El análisis del Alavés-Betis

Atasco en Mendizorroza

Atasco en Mendizorroza
La salida de Joaquín dejó a Ceballos sin su socio más claro para el juego de asociación. - Enrique García
Enrique GarcíaEnrique García2 min lectura
Ha conseguido Víctor que su equipo destaque en el orden, pero a este Betis en el que funcionan muchos de los automatismos atrás, aún le queda mucho que mejorar en la faceta ofensiva. Y eso el técnico volvió a juntar a Joaquín y a Ceballos en la medular. La temprana lesión del gaditano lastró a los verdiblancos en la creación, si bien es cierto que hasta su marcha los heliopolitanos habían abusado tanto del juego directo buscando a Sanabria como lo harían durante el resto del choque. Con ese esquema de cinco zagueros con carrileros largos, con la sorprendente inclusión de Álex Martínez en la derecha, el Betis se vio superado por la medular alavesista. Sólo en las contadas ocasiones en las que encontró a Ceballos en el primer tramo del partido tocó con sentido. El Alavés, sin hacer nada del otro mundo pisó más área que el Betis, que se marchó al descanso sin ocasiones que llevarse a la boca.

A vuelta de vestuarios se encontró Rubén con una de esas oportunidades en las que no perdona. El partido habría sido muy diferente de marcar en el mano a mano con Pacheco, aunque es cierto que el guion del choque no estaba para el gol bético. Éste cayó del lado del Alavés justo por donde más habían insistido los vitorianos, por el costado del constante Toquero, que además le puso calidad al centro que remató Deyverson. Como durante toda la noche, fallaron las ayudas de Durmisi. Por detrás en el marcador, al Betis le faltó un 'plan B'. Fue incapaz de generar más ocasiones y, por más que Ceballos tiró del carro, todo quedó reducido a las acciones a balón parado.
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