El previsto escenario post Fabián

El previsto escenario post Fabián
- Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 7 min lectura
Vaya por delante que el Betis no quiere desprenderse de Fabián, como no deseaba hacerlo el verano pasado de Dani Ceballos, aunque aquella experiencia constituyó un punto de inflexión impagable para unos rectores inexpertos pero que aprenden muy rápido. No había que ser demasiado avezado para intuir que, tras su notable temporada 17/18 y el enorme interés despertado por grandes clubes del Viejo Continente, Fabián Ruiz seguiría el mismo camino a lo largo de este año, más allá de que se apagara con éxito el fuego de enero con una ampliación y mejora de contrato (y de cláusula) sobre la bocina que, como poco, dejará la golosa cifra de 27 millones de euros, no la mitad como antes, en las arcas heliopolitanas.
 
Serra, Setién y Haro han intentado convencer al mediocampista de la conveniencia de continuar, al menos, un curso más como heliopolitano, aprovechando la excelente relación con su empresa de representación, 'You First Sports', que también lo es, entre otros, de Barragán y Guardado, si bien la evidencia es abrumadora: varios pretendientes del canterano doblan o triplican la mejor propuesta posible que recibiría en una hipotética renovación estival por el Betis, llegando sin problemas a los 30 kilos fijados como precio por su libertad. Por ende, hace ya bastantes semanas, incluso meses, que la comisión ejecutiva del cuadro hispalense prepara con mimo el eventual escenario post Fabián, marcando los tiempos según sus preferencias y necesidades específicas.
 
Y es que la hoja de ruta marca, entre otras cosas, la doble intención de que la operación no se dilate mucho en el tiempo, quedando encajada no antes del 2 de julio, primer día hábil del mes venidero y, a la sazón, el que marca el inicio del nuevo ejercicio fiscal (en el que prefieren los verdiblancos que quede incluido el trato), aunque tampoco mucho más allá, con el fin de contar con un mayor margen de maniobra. Además, la insistencia pública -hasta la fecha, el Nápoles no se ha dirigido formalmente al Betis para presentar una oferta ni para anunciar el abono de la cláusula- en no negociar un traspaso con los partenopeos, que están dispuestos por lo visto a distanciarse de la competencia y a ahorrarse impuestos haciéndose cargo de la parte del dinero que corresponde a la familia Ruiz y a los asesores del zurdo (tres millones de euros). La condición sería aplazar el montante en tres veces, con una amortización total en doce meses, si bien en la planta noble del Benito Villamarín prefieren ingresar únicamente 27 millones, pero de una tacada y al contado, pues el cheque que depositaría cualquiera de las otras dos partes en LaLiga permitiría abrir un nuevo capítulo en la planificación, hasta ahora prohibitivo.
 
Porque las ventas de Dani Ceballos y Pezzella abrocharán el apartado de desvíos obligatorios de las ventas al concurso de acreedores, que se cerrará felizmente en 2019, como estaba previsto. Hasta la fecha, más allá de los pagos anuales incluidos en el presupuesto (2,2 kilos cada junio), el Betis debía destinar un 25% de las plusvalías generadas a acortar la deuda convenida, más otro 15% a lo que restaba por abonar a Hacienda, con la que ya se lleva casi tres años al día. Por esta razón, las operaciones de Durmisi y Fabián serán las primeras que, restadas comisiones o participaciones -el Brondby tiene derecho al 20% del traspaso del danés, contando a partir de los dos millones que recibió hace dos veranos por él-, aporten íntegramente sus beneficios a las arcas heliopolitanas.
 
Según ha podido saber ESTADIO Deportivo, Serra y Setién habián acordado, con la connivencia de Haro y Catalán, que estos 33 millones (que llegarían a ser casi 34 si se cumplen las variables pactadas con la Lazio) se emplearán en potenciar la plantilla con futbolistas lejos del alcance de la entidad actualmente. No tendrían que ser, necesariamente, para cubrir la demarcación que liberará el palaciego, al menos de su mismo perfil, aunque los responsables verdiblancos buscarían convencer a hombres uno o más escalones por encima de los sondeados (léase Borja Mayoral)... o bien desequilibrar a su favor la balanza en gestiones parejas, como las ya iniciadas por Dendoncker o Mikel Merino, por ejemplo.
 
Se trata únicamente de opciones, porque, como confirman a este periódico, existen nombres que no han saltado a la palestra por el momento y que encajarían como un guante en el proyecto 18/19 del Betis. También otros aparcados hasta que el mercado albergue más movimientos y los elegidos (o sus respectivas entidades) estén más receptivos, como ocurre con Dani Ceballos, David López, Camacho o Denis Suárez. Sea como fuere, la inyección económica extra, que habría que sumar a la partida ya destinada a la confección del plantel (que oscilaba entre los 35 y 40 millones, habida cuenta de que el tope salarial impuesto por LaLiga debe incrementarse, como lo hará el presupuesto, para rozar los 70 kilos), supondrá un fortalecimiento estratégico del Betis en una fase crucial, con la consiguiente diferenciación de la competencia; es decir, de aquellos conjuntos españoles que están al mismo nivel y que, lógicamente, se disputan a menudo a los mismos jugadores, amén de acercar a los de la Avenida de La Palmera a otros equipos más pudientes, de aquí y de fuera.

En esta tesitura, Serra y Setién enarbolarán los argumentos que están sirviendo desde hace un año para persuadir a grandes peloteros, como el atractivo estilo de juego, la confianza en los jóvenes, el gran ambiente en el vestuario, el innegable crecimiento deportivo e institucional o la participación en la Europa League. Ahora, con dinero, se venderán aún mejor. 
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