Cuatro jornadas y cinco goles. Así es
Rubén Castro, un insaciable goleador al que la afición del
Real Betis echa de menos por todo lo que ha dado al club de las
Trece Barras. Desde que llegara en 2010, el mítico delantero verdiblanco anotó
ciento cuarenta y ocho goles en algo más de
280 partidos con la casaca heliopolitana. Unos guarismos difíciles de olvidar en el Benito Villamarín.
Con todo, ahora, el punta grancanario está haciendo soñar a la afición de la
UD Las Palmas, que con el fulgurante comienzo liguero está empezando a creerse que el descenso a Segunda división, una competición larga donde las haya, puede durar sólo una temporada.
Y es que el equipo amarillo, de la mano de
Manolo Jiménez, ha cosechado ocho puntos después de cuatro jornadas. Dos victorias y dos empates en los que mucho ha tenido que ver 'el hijo pródigo', que ha vuelto a su casa después de 14 años fuera de las islas.
"Es nuestro killer y un ejemplo de generosidad en el esfuerzo", decía ayer el míster de Arahal después del triunfo por 4-0 contra el Nástic de Tarragona.
A sus
37 años,
Rubén Castro demuestra que no sólo tiene el olfato goleador intacto, sino que físicamente está impecable. De momento, lo ha jugado todo en estas cuatro primeras fechas ligueras, dando buena cuenta de lo bien que lleva su madurez en la que, como los buenos vinos, va a más e incluso a mejor.
Con las dos dianas ante los catalenes, 'RC7' firmó su mejor comienzo de campaña en toda su carrera deportiva, tal y como recuerda @LaLigaenDirecto, cuenta de Twitter especializada en estadísticas.
Dos dobletes, en la primera jornada ante el Reus y el ya citado contra el Nástic, y
un tanto fuera en la visita al Albacete que sirvió para igualar a uno. Sólo ante el Zaragoza no vio portería, aunque cerca estuvo de conseguirlo.
Las temporadas 2003/2004, con Las Palmas, y la 2016/2017, con el Betis, constaban, hasta el momento, como sus mejores arranques.
Récord personal que echó abajo ayer mandando al fondo de las mallas el 3-0 en el minuto 63 de partido.
Unos datos abrumadores que, por supuesto, aumentan su leyenda en la historia del fútbol canario y patrio. De momento, a pesar de haber salido en el verano de 2004 del club que lo vio crecer y con el que llegó a la elite, es el tercer máximo anotador, con 42 'chicharros', de la UD Las Palmas en el Siglo XXI. Sólo superado por
Jonathan Viera, con 43, y, algo más lejos, por el sevillano
Marcos Márquez, con 73 goles en su haber como futbolista amarillo.
Este viernes, en el Estadio de Gran Canaria,
Rubén Castro se convirtió en el
tercer máximo goleador de toda la historia de Segunda, igualando a Arregui y Julito, los tres con 121 goles anotados. Por encima, en las dos primeras posiciones están Abel (155) y Nino, del Elche, (180).
Unos números que a buen seguro que seguirá aumentando por muy difícil que parezca. Hasta este punto, en
360 minutos disputados, está viendo portería cada 72. Estadísticas mágicas en las
Islas Afortunadas, donde un futbolista inigualable está por la labor de seguir realizando historia haciendo lo que mejor sabe, marcar goles.