Cuando las cosas van bien, los entrenadores, incluso los que más hablan, tienen poco que decir. Cuando se pierde, en cambio, el discurso suele dura más; y en las crisis, algo fuera de lo normal.
No es que se pueda tildar de crisis lo del Betis, pero, desde luego, las cosas no están funcionando como todos esperaban. El equipo, pese a tener mucho tiempo el balón en su poder, no convence. Básicamente, porque es poco vertical y apenas tiene gol.
Seguramente, de eso hayan estado hablando cuerpo técnico y jugadores durante una hora antes de salir al entrenamiento de este martes, que estaba previsto para las 18:00 h.
La mejor noticia es que Guardado ha estado junto al resto de sus compañeros. Parece precipitado, de todos modos, que pueda viajar a Milán.