Los hombres que susurraban al 'Panda'

El nombre de Borja Iglesias se mantiene en lo más alto de la lista de preferencias bética para reforzar la delantera, a pesar de las dificultades que están encontrando en la planta noble del Benito Villamarín para satisfacer las exigencias de un Espanyol lógicamente molesto por la 'espantá' de Rubi en dirección a Heliópolis.

Como ya se ha dicho, la economía verdiblanca no puede soportar actualmente un desembolso de 28 millones de euros al contado, por lo que se han propuesto diferentes fórmulas a los 'pericos', todas con un aplazamiento de esa cantidad o, incluso, una algo mayor, reduciendo al máximo el horizonte de amortización, al tiempo que se ha consultado a un conocido fondo de inversión por si fuera posible acceder a un préstamo a cambio de intereses o de un porcentaje del pase del artillero compostelano.

En el RCDE Stadium han pasado de no escuchar otra vía distinta al abono de la cláusula a estudiar la propuesta, conservándose el optimismo en la capital hispalense acerca de una entente en las próximas fechas, pese a la insistencia del Valencia CF y clubes de la Premier.

Mientras tanto, algunos miembros del nutrido cuerpo técnico de Joan Francesc Ferrer están en contacto con el 'Panda' para informarle de los movimientos que se están dando y de los que vienen, pidiendo paciencia a un delantero que apura sus vacaciones en tierras gallegas y que este mismo lunes estará en el arranque de su campus de técnificación, que se celebra esta semana en su ciudad natal.

Borja Iglesias ya conoce de primera mano los pormenores del proyecto que abanderará Rubi en el Betis y le agrada volver a ser la piedra angular de su equipo, multiplicando mucho su repercusión mediática, aunque sus agentes no tienen acuerdo o preacuerdo alguno ni con los heliopolitanos ni con cualquier otro pretendiente.

De hecho, ha manifestado en público y en privado que está a gusto en Cornellà-El Prat, donde seguirá sin dramas en caso de que ninguna oferta satisfaga al Espanyol. Por ahora, emigrar fuera de España no entra en sus planes. Tampoco renovar y aumentar su cláusula, como pretende Chen Yansheng.