Un Betis no apto para cardíacos
El Betis de los dos primeros meses de competición es, sin lugar a dudas, un equipo no apto para cardíacos, como demuestran sus resultados. De hecho, los verdiblancos han ido por detrás en el marcador en seis de sus ocho encuentros, quedándose en inferioridad numérica en dos de ellos y viendo cómo los colegiados decretaban tres penaltis en contra.
Con todo, los de Rubi únicamente perdieron tres veces, firmando dos triunfos y tres empates. A domicilio, al menos, ha habido de todo: la única vez que firmó el primer tanto (en el Camp Nou, donde terminó cayendo por 5-2), la única vez que no encajó ni marcó (0-0 en El Sadar)... y toda su pesadilla casera junta en Villarreal (por detrás, igualada y pena máxima que decantó la balanza para el rival).
En el Benito Villamarín, la locura es una tónica habitual, ya que la escuadra de Ferrer Sicilia se ha visto obligada siempre a lidiar con contratiempos tempraneros. Para comenzar, en cada uno de los cinco compromisos se puso por delante el rival, a lo que hubo que añadir las expulsiones de Joel (a los ocho minutos, frente al Valladolid) y de Carvalho (25’) y Loren (90’) contra el Getafe.
Los azulones (clarísimo) y el Eibar (más dudoso) firmaron el 0-1 merced a sendos penaltis, aunque el Betis fue capaz de empatar ambos duelos, con mucho más mérito en el que le midió con los de Bordalás, pues lo hizo con diez, nueve en el tiempo de alargue.
Y es que, como bien apunta Muchodeporte, la capacidad de reacción de los verdiblancos en Heliópolis se ha multiplicado exponencialmente. No en vano, en lo que va de temporada, a los de Rubi sólo se le han escapado todos los puntos el 20% de las ocasiones en que arrancó perdiendo (contra el Valladolid), mientras que fue capaz de anular la desventaja en un 80%: dos remontadas completas frente a Leganés (de 0-1 a 2-1) y Levante (de 0-1 a 3-1), amén de los citados empates con Getafe (de 0-1 a 1-1) y Eibar (idem).
Añade el citado reportaje, que firma el compañero Pepe Elías, que el Betis es, de largo, el equipo que más puntos lleva sumados este curso tras rehacerse de una derrota momentánea (8, todos en casa), seguido por Osasuna (5) y Barcelona (4). Durante toda la pasada temporada, sólo dos equipos remontaron para ganar más de dos partidos en casa: cuatro el Alavés y tres el Eibar, los únicos que sumaron más puntos como locales (13 y 14, respectivamente) de los que ya lleva el Betis en este arranque de la 19/20 levantando marcadores. En la campaña 17/18, únicamente el Celta aglutinó más (9 puntos) de los 8 actuales de los heliopolitanos como anfitriones.
En la 18/19, el Betis se adueñaría de seis unidades en los 19 partidos que empezó perdiendo en LaLiga (una victoria, tres empates y quince derrotas confirmadas), un balance que sólo empeoraron Rayo Vallecano (2 puntos, merced a sendos empates en 20 duelos por debajo), Girona (5: 1G, 2E y 16P) y, curiosamente, el Espanyol de Rubi (5: 1G, 2E y 10P).
En las cuatro temporadas previas a la vigente, contando pues desde el último regreso a la elite, el Betis únicamente venció en dos de los 33 partidos que empezó perdiendo (un 6%), empatando en nueve (un 27%) y perdiendo en 22 (un 67%). Por tanto, dentro de lo malo, el conjunto de Rubi está demostrando que sabe sufrir, encajar un golpe y levantarse de la lona, las más de las veces para llevarse una alegría o, al menos, sonreír.
Con todo, los de Rubi únicamente perdieron tres veces, firmando dos triunfos y tres empates. A domicilio, al menos, ha habido de todo: la única vez que firmó el primer tanto (en el Camp Nou, donde terminó cayendo por 5-2), la única vez que no encajó ni marcó (0-0 en El Sadar)... y toda su pesadilla casera junta en Villarreal (por detrás, igualada y pena máxima que decantó la balanza para el rival).
En el Benito Villamarín, la locura es una tónica habitual, ya que la escuadra de Ferrer Sicilia se ha visto obligada siempre a lidiar con contratiempos tempraneros. Para comenzar, en cada uno de los cinco compromisos se puso por delante el rival, a lo que hubo que añadir las expulsiones de Joel (a los ocho minutos, frente al Valladolid) y de Carvalho (25’) y Loren (90’) contra el Getafe.
Los azulones (clarísimo) y el Eibar (más dudoso) firmaron el 0-1 merced a sendos penaltis, aunque el Betis fue capaz de empatar ambos duelos, con mucho más mérito en el que le midió con los de Bordalás, pues lo hizo con diez, nueve en el tiempo de alargue.
Y es que, como bien apunta Muchodeporte, la capacidad de reacción de los verdiblancos en Heliópolis se ha multiplicado exponencialmente. No en vano, en lo que va de temporada, a los de Rubi sólo se le han escapado todos los puntos el 20% de las ocasiones en que arrancó perdiendo (contra el Valladolid), mientras que fue capaz de anular la desventaja en un 80%: dos remontadas completas frente a Leganés (de 0-1 a 2-1) y Levante (de 0-1 a 3-1), amén de los citados empates con Getafe (de 0-1 a 1-1) y Eibar (idem).
Añade el citado reportaje, que firma el compañero Pepe Elías, que el Betis es, de largo, el equipo que más puntos lleva sumados este curso tras rehacerse de una derrota momentánea (8, todos en casa), seguido por Osasuna (5) y Barcelona (4). Durante toda la pasada temporada, sólo dos equipos remontaron para ganar más de dos partidos en casa: cuatro el Alavés y tres el Eibar, los únicos que sumaron más puntos como locales (13 y 14, respectivamente) de los que ya lleva el Betis en este arranque de la 19/20 levantando marcadores. En la campaña 17/18, únicamente el Celta aglutinó más (9 puntos) de los 8 actuales de los heliopolitanos como anfitriones.
En la 18/19, el Betis se adueñaría de seis unidades en los 19 partidos que empezó perdiendo en LaLiga (una victoria, tres empates y quince derrotas confirmadas), un balance que sólo empeoraron Rayo Vallecano (2 puntos, merced a sendos empates en 20 duelos por debajo), Girona (5: 1G, 2E y 16P) y, curiosamente, el Espanyol de Rubi (5: 1G, 2E y 10P).
En las cuatro temporadas previas a la vigente, contando pues desde el último regreso a la elite, el Betis únicamente venció en dos de los 33 partidos que empezó perdiendo (un 6%), empatando en nueve (un 27%) y perdiendo en 22 (un 67%). Por tanto, dentro de lo malo, el conjunto de Rubi está demostrando que sabe sufrir, encajar un golpe y levantarse de la lona, las más de las veces para llevarse una alegría o, al menos, sonreír.