LA CRÓNICA

Rayo Vallecano 2-2 Real Betis: El sueño se queda en una cabezadita

Rayo Vallecano 2-2 Real Betis: El sueño se queda en una cabezadita
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 7 min lectura
Adiós a la Copa del Rey. El sueño, al final, se quedó en una cabezadita. El Betis no estará en el sorteo de octavos de final, que verá por la tele, pañuelo en mano y con síntomas de resfriado, después de que Rubi quitase el abrigo de la zaga de cinco hombres con la que, por fin, halló la necesaria solidez. Era una medida provisional, sólo a la espera de que el club solucionase en el mercado de enero las carencias detectadas en la medular; pero el equipo debe trabajar mucho antes de desdeñar del todo el antiguo esquema. Sí, casi gana al Rayo; pero sólo por detalles propios de jugar contra un rival de menor categoría, ya que ni dominó, ni fue mejor, ni mucho menos sometió a un equipo de Segunda que le creó muchos problemas antes y después de que Joaquín, con un gol y una asistencia, fuese el antigripal que necesitaba un equipo que después de hacer lo difícil, que era remontar, desperdició varias ocasiones manifestas para poner la sentencia y encajó el 2-2 en el 117'; antes de que la lotería de los penaltis hiciese justicia con los vallecanos.

El plan inicial sale mal
Eran varios los detalles que dejaba la alineación de Rubi. De entrada, los dos refuerzos invernales eran titulares y eso posibilitó cambiar el dibujo. Sacrificó un central para ganar un medio en un 1-4-1-4-1 con un equipo de lo más titular; con Joel, Mandi y Canales como los únicos fijos ausentes.

El Rayo oponía un idéntico esquema al que demostró estar mucho más hecho, lo que le permitió interpretar mejor los espacios y los tiempos. Como es habitual con Paco Jémez, la defensa local estaba casi en la medular achicando espacios, pero el Betis intentó llevar la iniciativa en la fase de tanteo. Eso sí, sin fluidez alguna en su juego y sin generar peligro, más allá de un remate desviado de Bartra a la salida de un córner provocado por Lainez, perdido en la banda derecha. La zurda era para un Fekir que no jugaba desde el 5 de enero (no actuó en Portugalete y fue baja frente a la Real por sanción) y que estuvo muy intermitente. Así, los pocos intentos se reducían a subidas de Emerson y Álex Moreno, tan incisivos como imprecisos.

El Rayo fue ganando peso y logró encerrar en su campo al Betis en la última media hora del primer acto. Dificultó mucho la salida heliopolitana con su presión y rozó el gol con un tiro desviado de Advíncula y con un centro de Trejo que Ulloa no cabeceó por milímetros. La más clara llegó en el 36'. Luna profundizó por la izquierda y la puso al punto de penalti, donde Joni Montiel, con todo a favor, la mandó a las nubes.

El 1-4-1-4-1 que intentaba el Betis no funcionaba y se veía al equipo con cierta sensación de estar desprotegido. En ello tuvo que ver lo mal que ejecutaba la presión. Los tres de arriba iban solos, nadie les acompañaba ni ellos seguían la jugada cuando el Rayo superaba esta primera línea. Como consecuencia de ello, los mediapuntas siempre recibían cómodos entre Guido y los dos volantes y los extremos ganaban siempre la espalda.

Guardado, posicionado mucho más cerca de Guido para formar ahora casi en un 1-4-2-3-1 fue la modificación de Rubi en el descanso, pero antes de probar la eficacia de esta decisión se vio con un gol en contra evitable. Un córner sobrevoló todo el área pequeña sin que Dani Martín hiciese más que seguir el balón con la mirada y ver como Catena cabeceaba en el segundo palo. Otro mal día del meta sub 21.

Guardado lo intentó desde lejos en lo que fue el primer disparo entre los tres palos del Betis, en el 49'. En el córner, otra vez rozó el gol Bartra, esta vez con un remate alto a la media vuelta. El catalán, que era el mejor atacante de su equipo, aún tendría una tercera ocasión en otra acción a balón parado. Antes, Borja había dejado solo ante el meta a Fekir, que no superó en el uno contra uno a Morro en la que fue la cuarta ocasión seguida como enérgica respuesta al 1-0. Enérgica, pero efímera, pues le duraba poco la posesión y se sucedían las pérdidas en su campo.

Tello por Guardado y Joaquín en el lugar de Lainez fueron los dos primeros cambios de Rubi, que agotó los recambios en el 75' y corrió riesgos. Loren entró por Guido y formó junto a Borja. El Betis acabó con ellos dos y con Joaquín, Aleñá, Fekir, y Tello por delante de la defensa, yendo a la desesperada, buscando por cantidad lo que no merecía por calidad. Y lo halló con el 'Panda' y el capitán intercambiando roles: el '9' centra desde la derecha y remate de 'killer' del '17' para forzar la prórroga con el que era su noveno tanto este curso.

Tan cerca y tan lejos
Nadie quería ir al tiempo extra, pero Catena no acertó en un cabezazo y Loren mandó al palo un remate sobre la bocina en un aviso de lo que pasaría después.

Edgar entró por Borja para poner pegamento entre líneas en un Betis que asestó un golpe que parecía letal con un golazo de Loren a pase de un Joaquín a un nivel altísimo de inspiración.

El objetivo parecía cerca, pero el Betis, apático, con poco ritmo y una alarmante debilidad atrás se empeñaba en alejarlo. No le dio importancia a un saque de banda que acabó con el 2-2, obra de Andrés Martín en el 117' a pase de Álvaro García, quien poco antes falló una clarísima. La tanda dictó sentencia para un mal Betis, resfriado sin su abrigo, y un meritorio Rayo.
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