El Villamarín, un fortín contra el coronavirus

El Villamarín, un fortín contra el coronavirus
- I. M.
El Benito Villamarín es un templo sagrado para los aficionados verdiblancos, un lugar de peregrinación cada domingo, pero, ahora, con el coronavirus haciendo estragos en casi todos los rincones del mundo, también se ha convertido en fortín que lucha por contener la expansión de la pandemia. El estadio de La Palmera ya no puede latir al ritmo del corazón de su fiel parroquia por el parón obligado en la competición, pero ahora lo hace gracias a la solidaridad de los voluntarios y trabajadores del club que están colaborando para frenar esta pandemia.

Alrededor de unos 200 voluntarios trabajan a diario en la elaboración, recepción y distribución de distinto material sanitario homologado y aceptado por el Servicio Andaluz de Salud, desde máscaras de protección a mascarillas pasando por batas sanitarias.

Desde que se iniciaron esas tareas, se han entregado, por ejemplo, más de 10.000 máscaras a centros de salud del SAS, geriátricos, farmacias, fuerzas de seguridad e incluso tiendas de alimentación que lo han solicitado. Este miércoles han sido los servicios de emergencias municipales los que han recogido parte del material que están elaborando. "Los destinatarios son colectivos que están trabajando con personas de situación de riesgo de contagio, colectivos que trabajan de cara al público y que lo necesita", explica Rafael Muela, gerente del Fundación del Betis, a los medios del club.

A la espera de que se reanude la competición y el Villamarín vuelva a latir con más de 60.000 corazones dentros, los cientos de voluntarios seguirán trabajando para que proteger a los más desfavorecidos y a aquellos que pelean en primera línea contra el virus.