Si en sus primeros meses en el Betis,
Antonio Cordón ha tenido que lidiar con el mercado de fichajes más complicado, un límite salarial que le impedía grandes dispendios y el gran reto de no malvender, de retener a las estrellas y de ofrecer a
Manuel Pellegrini un equipo de garantías para los objetivos planteados, el final del mismo le abre otro reto: pensar en la próxima temporada, con la esperanza de que el reputado entrenador chileno
revalorice una plantilla que
apenas ha generado ofertas por encima de los 10 millones, cuando un año anterior cerró un ejercicio de ventas por encima de los 100 millones de euros.
Necesita que Pellegrini restaure el buen cartel de los
Canales, Fekir, Carvalho, Borja Iglesias, Bartra... antes de final de temporada. No obstante, Cordón también tiene
tareas pendientes antes de que en enero se abra de nuevo el mercado y se pueda negociar ya con los futbolistas que acaben seis meses después. En este sentido, como el director deportivo verdiblanco admitió en la
presentación de Miranda como nuevo jugador del Betis, su primer cometido ahora mismo es
renovar a Mandi.
El argelino lleva meses entre dudas. Ha habido momentos en que se ha visto fuera, otros en los que parecía que iba a ampliar su contrato, unos en los que se intuía -por su rendimiento- que debía pasar al banquillo y otros en los que parecía indiscutible.
Un tobogán que le ha llevado a la situación actual. Cordón admitió que ahora mismo están
"en negociaciones para la renovación de Mandi", a quien le han ofrecido un sueldo muy por encima del de la última oferta antes del verano y una duración idéntica: entre tres y cuatro años.
El argelino, que llegó en 2016 de la mano de
Macià, es uno de los capitanes y uno de los que más tiempo llevan en esta plantilla. Ha tenido peso con
Setién, Rubi y ahora con Pellegrini. Y antes de la crisis de la Covid-19 y de la desastrosa temporada pasada en el Betis, el club llegó a desatender propuestas que se acercaban a los 30 millones de su cláusula, cifra que se consideraba ridícula y que desde las oficinas del Benito Villamarín pretendían doblar, ya en tiempos de
Serra Ferrer como vicepresidente deportivo.
Este verano, ninguno de los clubes que se ha interesado por él ha estado dispuesto a poner encima de la mesa
ni siquiera los 10 millones de euros que el Betis estaba dispuesto a aceptar. En el primer mes de competición se ha convertido en un fijo para Pellegrini, por delante de
Víctor Ruiz y de
Sidnei. Además, ha comenzado viendo portería, con el tanto que momentáneamente igualaba el marcador contra el
Real Madrid, y es uno de los responsables de la mejoría defensiva (
tres partidos de cinco con la portería a cero) y del buen comienzo liguero, sólo oscurecido por el batacazo de Getafe.
Ahora, dentro de tres meses podría negociar al alza con quien quiera. Si el Betis pretende, como ha hecho este verano, retener a sus mejores talentos,
tendrá que subir su oferta. Un nuevo panorama en el que Antonio Cordón tendrá que exhibir de nuevo sus mejores cualidades.
Su mayor esperanza es Pellegrini, pero antes debe resolver ese
fleco que queda pendiente en la planificación. Según Canal Sur Radio, el Betis tiene que conseguir antes de acabar la temporada unos ingresos que compensen el déficit actual, que está entre 15 y 30 millones.
Aitor Torvisco4 min lectura