Vela, un entrenador bético en Wuhan

El sevillano y bético confeso Manuel Vela regresa este martes a Wuhan, la ciudad china donde comenzó la pandemia de coronavirus, nueve meses y medio después de que saliera repatriado junto a otros entrenadores españoles de fútbol que habían sido contratados para ayudar al despegue del equipo local.

Vela empezó a trabajar hace un año con la cantera del Wuhan Zall junto a otros dieciséis técnicos españoles y, cuando llevaban pocas semanas en la ciudad china, que tiene más de once millones de habitantes, se declaró el brote de coronavirus. 

"Ahora sí. Hasta pronto", ha escrito el entrenador en las redes sociales junto a una foto en la que se le ve con una mascarilla en el avión que le lleva de regreso a la ciudad china.

Las autoridades chinas decretaron en enero la prohibición de entrar y salir de Wuhan, una decisión que desde España era entonces difícil de entender y que después se aplicó en todo el país, y los entrenadores reclamaron su repatriación, que se culminó el 31 de enero en un grupo con una veintena de españoles. Cuando llegaron a Madrid, los repatriados estuvieron confinados catorce días en el Hospital Militar Gómez Ulla de para comprobar que no tenían la enfermedad y sólo después pudieron viajar a sus respectivas ciudades.

Desde entonces, Vela ha estado trabajando en Sevilla a través de internet y organizando sesiones de entrenamiento para los más de dos mil chavales que conforman la cantera del equipo local. Se da la circunstancia de que a los 27 jugadores del primer equipo de fútbol de Wuhan Zall, entrenado por el español José González, le sorprendió el brote de coronavirus mientras estaba concentrado fuera de la ciudad, aunque en China, y viajaron hasta la urbanización de Sotogrande, en el municipio gaditano de San Roque.

El Wuhan Zall llegó a la Costa del Sol el 29 de enero, donde el equipo estuvo hasta el 12 de marzo, cuando regresó a China una vez que la autoridades del país oriental afirmaron que el pico de transmisiones por covid había llegado a su fin, aunque los entrenadores de la cantera siguieron haciendo su trabajo de forma telemática.

Cuando comenzó el confinamiento en España, para Manuel Vela era el tercero obligatorio tras el de China y el hospital de Madrid, por lo que, tras ser requerido, ofreció algunos consejos, como no saturarse de actividad y marcarse objetivos realizables.