La parte (muy) mala del momento (muy) bueno de Miranda en el Betis

La parte (muy) mala del momento (muy) bueno de Miranda en el Betis
- Óscar Murillo
Óscar MurilloÓscar Murillo 4 min lectura
Las lesiones y el positivo en coronavirus de Álex Moreno, así como un rendimiento generalmente discreto del catalán este curso, permitieron la irrupción en el once de Juan Miranda, que tuvo unos minutos testimoniales ante la Real Sociedad y en la visita a Osasuna, con gol de la sentencia incluido. En el siguiente partido, en casa frente al Villarreal, suplió al descanso al '15' y ya no se ha bajado de la titularidad, que ostenta durante los últimos seis duelos oficiales del Betis (dos de Copa del Rey y cuatro de Liga), que disputó completos.

La historia se repetirá, salvo giro mayúsculo, este lunes en Huesca, ratificando Pellegrini su confianza en el olivarense, que se la ha ganado a pulso sobre el terreno de juego. Dos tantos (el de Mutilva, de falta directa, un golazo) y una asistencia (a Canales en el Ciudad de Valencia) jalonan la trayectoria del lateral zurdo en su regreso a casa desde el Barcelona, que lo reclutó cuando era un niño y apenas lo ha soltado (una cesión infructuosa de seis meses al Schalke 04) desde entonces. Hasta que lo llamó su equipo del alma. De verdad, pues Serra lo intentó sin suerte hace un par de veranos para competir con Junior.

El buen momento de Miranda, que está a punto de cumplir 21 años, no es una buena noticia del todo para el Betis. Obviamente, en Heliópolis prefieren que brille por razones obvias, aunque quizás, de poder elegir, habrían optado por que el aljarafeño sobresaliera menos. Y es que, en esta línea, nadie podrá evitar que el Barça ejecute la opción unilateral por la que quedará atado por dos campañas más con la entidad culé, tras su renovación hasta el 30 de junio de 2021 con una histórica cláusula de rescisión de 200 millones de euros.

Con todo, ese fleco contractual, que los azulgranas incluyen en todas las ampliaciones y mejoras de contrato de sus canteranos, se hace efectiva prácticamente siempre, sobre todo si el susodicho adquiere posibilidades de sumarse al primer equipo catalán o se atisba ocasión de mercado. No en vano, Juventus y Benfica llegaron a preguntar por Miranda, que prefirió regresar a su tierra para relanzar su carrera. El próximo verano, deberá marchar a la Ciudad Condal, donde, sin dudas ya por su notable rendimiento como bético, estará ligado hasta 2023 como poco.

"El jugador viene cedido y el Betis se reserva la prioridad para que pueda continuar en un futuro. El camino está muy bien trazado para que continúe con nosotros. No busco opciones a futuro de lo que vaya a hacer otro club. Lo que quiero es que Miranda juegue bien y, después, las partes acordaremos lo que haya que acordar", explicaba Antonio Cordón, director general deportivo de los verdiblancos, durante la presentación del olivarense, dando a entender que se reservaba una opción preferencial en caso de que el zurdo volviera a ser cedido en la 21/22.

Incluso, se especuló con una contraprestación por facilitar, llegado el caso, la salida anticipada de Emerson sin subirse a la parra económica, aunque lo cierto es que Miranda tiene un contrato sobre la mesa por varias temporadas si el Barça decidiese no ejecutar su prolongación unilateral. Y, aunque esto ocurriese y los destinos de ambos volvieran a separarse, en 2023 (contaría con sólo 23 años) todo podría solucionarse con un nuevo encuentro que permita al carrilero hacer carrera en el equipo de su vida, ya en propiedad.
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