Solamente ha disputado
uno de los últimos seis partidos oficiales con el
Real Betis (el 4-0 en el BayArena) y
cuatro de los trece más recientes, una irregularidad a la que no estaba acostumbrado ni por asomo. De hecho, en las tres temporadas anteriores, una vez se había asentado en España, disputó
123 de 146 encuentros posibles, perdiéndose más de lo esperado por alguna dolencia puntual (
coronavirus y una lesión menor) y por el deseo del entrenador de turno de conceder oportunidades en ciertas competiciones o en duelos concretos a su suplente. Con todo, la situación no abruma al protagonista, incluso aunque haya tenido
daños colaterales.
De hecho, lleva un tiempo sin contar para su
seleccionador, que confió en él de manera ininterrumpida desde septiembre del año pasado, haciéndole debutar en junio de éste oficialmente con la absoluta en un amistoso frente a Israel que jugaría íntegro. Fue poco antes de la Eurocopa, en la que participó. Después, nada de nada. Faltó a las citas de los parones de septiembre y octubre. Tampoco ha ido a las de noviembre, a pesar de que se ha lesionado un compañero en su puesto,
Anthony Lopes (Olympique de Lyon), prefiriendo el seleccionador,
Fernando Santos, recurrir a
José Sá (del Wolverhampton). Ante esta tesitura,
resiliencia y redoble de esfuerzos. "Tengo que volver", se dice a sí mismo.
Rui Silva sabía perfectamente adónde veía. Y que
Claudio Bravo estaba aquí. También
Joel Robles, aunque el getafense ha quedado relegado a un tercer plano. Pero el chileno, que domó su principal hándicap de la 20/21 (se
lesionaba a menudo por una mala gestión de la carga de trabajo en los entrenamientos, especialmente los anteriores y los posteriores a los partidos), cuenta con la plena confianza de
Manuel Pellegrini. Con todo, el portugués prefiere ver el vaso medio lleno y no medio vacío. De hecho, ha disfrutado prácticamente de la mitad de los partidos, en un reparto muy equitativo de cuya fórmula nadie se entera todavía. Al final, tendrá razón el '
Ingeniero': "Cada partido elijo al que mejor está en cada posición, sin mirar al siguiente".
El ex del Granada ha gozado de la titularidad en ocho encuentros (
6 de LaLiga y 2 de Europa League), por nueve del ex del City y el Barcelona (
7+2). Ahora, en teoría, toca que todo quede parejo en Elche, por aquello de proteger a los internacionales americanos que vuelven de jugar con sus países y afrontan larguísimos viajes transoceánicos, pero cualquier sabe. El caso es que Dantas da Silva es consciente de que es su primer año en una plaza
difícil y exigente, donde su 'competidor' ya está asentado. El luso respeta y admira profundamente la carrera del chileno, quien, a sus
38 años, ofrece una dura rivalidad bajo los palos verdiblancos, al tiempo que entiende la suya como un heptatlón: tocó acelerar, nadar y guardar la ropa, para dar después un
salto de altura y longitud hacia el Villamarín. Ahora, una
carrera de fondo.
Feliz en la ciudad y en el club, no hay un atisbo de duda o preocupación en Rui Tiago, que
firmó por cinco campañas con los heliopolitanos y tiene tiempo de sobra por delante para hacer historia con esta camiseta, como es su objetivo. Actualmente un tanto
fuera de foco, aprieta los dientes para poner las cosas difíciles a Bravo y a Pellegrini. Seguirá luchando, pues nunca le regalaron nada, y no esperaba menos (ni más) en La Palmera. Un desafío que afronta con conocimiento de causa. Por eso lo eligió, frente a ofertas de todo pelaje, muchas mejores en lo económico. Pero el portero portugués tenía ganas,
muchas ganas, de venir al Betis. Y están
intactas.