Miles de aficionados del Real Betis han hecho guardia en las inmediaciones del estadio
Benito Villamarín para esperar la llegada del autobús del equipo, que ha sido
recibido con cánticos, bengalas, banderas y un ambiente propio de la ocasión. De una cita histórica.
El cuadro verdiblanco recibe al
Rayo Vallecano para hacer bueno el marcador de 1-2 cosechado en el encuentro de ida en tierras madrileñas y conseguir llegar a la que
sería su quinta final de la Copa del Rey, tras un total de
17 años de espera después de la última.
Entre los cánticos más repetidos, destacaba uno que cualquier hincha bético que se precie llevará cantando sin parar durante las últimas horas:
"Betis, alé... Real Betis Balompié, tienes que ganar la Copa, a Plaza Nueva hay que volver...".
Los
golazos de William Carvalho y Borja Iglesias en tierras madrileñas otorgan ventaja a los de Manuel Pellegrini, que ha apostado por
un once de gala para buscar la gran final que se celebrará en el estadio de
La Cartuja el próximo 23 de abril y cita en la que ya espera el Valencia CF, que el miércoles se deshizo del Athletic Club en Mestalla con un golazo de Gonçalo Guedes.
La ilusión en Heliópolis está desatada. El beticismo se entrega a su
motivador presente y aparca el no menos esperanzador futuro a corto plazo, con el choque del próximo domingo frente al
Atlético de Madrid -tercero contra quinto de LaLiga separados por sólo un punto-, clave en la lucha por las posiciones de Champions, y el del miércoles que viene ante el
Eintracht de Frankfurt alemán, en los octavos de final de la UEFA
Europa League.