Parecía un imposible hace apenas unas semanas y casi un milagro el sábado por la mañana, pero el
Real Betis Futsal logró la permanencia después de ganar un partido en los dos últimos minutos (6-5) y ver cómo el Zaragoza, que desde hace semanas estaba por delante en el campeonato, caía en Palma (3-2).
A cinco jornadas del final del campeonato, el
Fútbol Emotion Zaragoza sacaba seis puntos y el 'average' a un Betis que estaba tratando de recomponerse de la mano de
Ramón Navarro. Cinco jornadas finales en las que el equipo verdiblanco veía cómo se le escapaban puntos vitales en los últimos segundos y no llegaba la ansiada victoria que le hiciera depender de sí mismo. Así hasta esa última tarde milagrosa, en la que, con un San Pablo eufórico, se logró el objetivo. Pese a la mayoría de empates, el equipo verdiblanco no sólo le había recortado los seis puntos a su máximo rival sino que le ha dado para acabar con dos de ventaja sobre él.
"Ha sido mucha tensión acumulada. Hemos sufrido mucho, pero hemos conseguido sacarlo", señalaba Ramón Navarro, que tuvo que coger al equipo tras la destitución de Juanito a finales de abril y recurrió a todo para salvar a su Betis. "
Llevaba una estampita de Santa Aguda y entre ella, la Virgen del Carmen... ya no sabes a qué acogerte. Y rezando un poco", así vivió el técnico del Betis esos cinco minutos de tensión que hubo entre el final de su partido y el de Palma, a 900 kilómetros de Sevilla.
A partir de ahí, la euforia. "
Ya pienso más que como entrenador como bético. Era importante ganar. Todo lo que se ha luchado por las secciones... habría sido un palo bajar a Segunda. Es una estructura que se está trabajando muy bien, aunque este año los objetivos no se hayan conseguido, pero sí se ha logrado la permanencia con trabajo, con sacrificio y con una afición impresionante", aseguraba el entrneador onubense, que antes de al primer equipo bético, también salvó al filial en Segunda y, este sábado, doblemente, pues un descenso del primer equipo habría significado la marcha del segundo a Segunda B.
"Parto de la base de que no ha sido nuestro mejor partido. La gente estaba un poco tensa, se notaba lo que se estaba jugando. Es cierto que hemos tenido que remar a contracorriente, pero con la afición, el empuje y creer durante los cuarenta minutos de juego, hemos conseguido la victoria. Hace cierto tiempo nadie podía decir que íbamos a conseguir la salvación", añadía Ramón Martínez, quien no dudaba en sacar su orgullo como bético: "
Cuando el bético anima es lo más grande que hay. Tenemos que agradecer a los béticos que cada vez que se les pide están ahí. Es lo más grande del beticismo".
"Ha sido mucha tensión acumulada. Hemos sufrido mucho, pero hemos conseguido sacarlo. (...) Ahora hay que mirar el futuro, ver en lo que nos hemos equivocado, porque nos hemos equivocado en muchas cosas, y valorar todo lo que podemos hacer para mejorarlo", avisaba.