Lorena y su sueño de arbitrar un partido de fútbol

Lorena y su sueño de arbitrar un partido de fútbol
Lorena y su sueño de arbitrar un partido de fútbol. - Rafael Gandullo
Rafael GandulloRafael Gandullo4 min lectura
Faltan unas horas para que se cumpla el sueño de Lorena. A las 17:30, este chica de 12 años dará el pitido inicial de un partido de categoría bebé, el Salvador Allende contra el Apademar, y, oficialmente, podrá llamarse árbitra.

Desde los 11 años, Lorena ha recibido clases teóricas en la delegación de árbitros de la Real Federación Andaluza de Fútbol (RFAF) en Córdoba. No ha faltado a ninguna lección y ha aguardado pacientemente a cumplir los doce años, la edad reglamentaria para poder vestirse de colegiada. Hoy, finalmente, será su primer partido.

El trayecto hasta este momento no ha estado exento de unas prácticas previas. En varias ocasiones ha actuado de cuarta árbitra en partidos de prebenjamines y hace un par de semanas estuvo en el campo unos minutos junto a la árbitra principal pitando ambas de forma conjunta como paso previo a su estreno en solitario.

Lorena viene de una familia con pasión por el fútbol. Sus padres han sido futbolistas federados, su hermano, un año menor que ella, lo es actualmente y su padre además es entrenador nacional, vinculado al fútbol femenino en Córdoba, tanto en Los Naranjos como en la Universidad de Córdoba. En contra de lo se podría pensar, de momento a Lorena no le gusta mucho el fútbol. Comenta su padre que " a ella lo que más le gusta es el cumplimiento de las normas y pienso que ha querido ser árbitra para ver el fútbol desde otra perspectiva y acercarse también a su familia. Discute las jugadas conmigo y noto que empieza a entrar en este mundo, aunque de forma distinta a nosotros".

La semana pasada pudo ser la fecha de su debut, pero uno de los equipos faltó a la cita. Esto le privó de usar el silbato, limitándose a cerrar el acta arbitral en la tablet con la incomparecencia de uno de los contendientes.

Tras este conato de debut, esta tarde será por fin el día en el que Lorena pueda pitar con fuerza en su primer encuentro. "Su primer partido es un derbi, aunque sea en categoría Bebé, pero estoy confiado porque está muy protegida y segura de sí misma", apunta su padre. Lorena lucirá en su uniforme el distintivo de "Árbitro Protegido RFAF -18" que llevan todos los colegiados andaluces menores de edad como medida de protección instaurada por la nueva figura del Defensor del Menor del Fútbol Andaluz. Pero no es la única protección que recibe Lorena. El progenitor considera que "ella es la más mimada del Colegio de Árbitros en Córdoba, los árbitros Matías Caballero y Munuera Montero (árbitros del colegio cordobés, el último de Primera división) la llaman de forma regular y le preguntan cómo va y la animan, también Alba y Pedro Benítez. Quizás la veo demasiada protegida", concluye.

Sin embargo, los incidentes de la pasada temporada acontecidos en el fútbol base español preocupan a los padres de cualquier árbitro, sobre todo si son menores de edad. El padre de Lorena no podía ser menos y asegura que su único miedo "es que alguien desde la grada le pueda decir algo y que ella se ponga a llorar".

Lorena es consciente de todo esto y de más. Es su forma de vivir el fútbol y, aprendiendo día a día, será feliz haciendo respetar las normas del deporte rey sobre el terreno de juego.
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