Granada 1-0 Sevilla FC: El liderato se esfuma por la cuesta del Darro

Granada 1-0 Sevilla FC: El liderato se esfuma por la cuesta del Darro
- A. J. Medina
Antonio José MedinaAntonio José Medina 9 min lectura
El Sevilla desaprovecha una gran ocasión de auparse al liderato después de caer en su 'campo maldito' de los últimos años. El equipo de Lopetegui volvió a tropezar contra la misma piedra, jugó a lo que quiso su rival de salida y acabó pagándolo con una jugada puntual fruto de la presión y el desgaste a la que el Granada le sometió. Lopetegui trató de reaccionar en la segunda mitad, metió toda la pólvora que tenía, sus jugadores se fueron hacia adelante y tuvieron sus opciones ante un equipo atrincherado que defendió muy bien y apenas mostró fisuras. Pese a la derrota, el equipo de Nervión sigue en puestos de Champions con un partido menos.
 
Como es esperaba, Lopetegui rotó de inicio, aunque lo que no se preveía es que la rotación no llegara en el lateral zurdo y que Acuña, tras retirarse lesionado en Wolfsburgo, fuera de la partida inicial. No fue el único cambio, sorprendió con Suso y Lamela en el once, y sobre todo porque el que cambió de banda y jugó por la izquierda no era el argentino sino el gaditano.

Diez minutos tardó el Sevilla en sacudirse la fuerte presión inicial de un Granada que se había conjurado para sacar adelante el duelo andaluz. Con una presión muy arriba, los pupilos de Robert Moreno complicaban la salida del balón, que le duraba muy poco al conjunto nervionense.

Y quince en llegar al área rival. Fue en una jugadas aislada, sin peligro, en la que Suso disparó desde el borde del área, pero su tiro le salió muy centrado para que Maximiado detuviera con tranquilidad. Sin embargo, significó un cambio de tendencia porque a partir de ahí el Sevilla dio un paso adelante y empezó a tener más el balón. Sin prisa, pero con ese juego de toque que le caracteriza y que acaba 'durmiendo' a los contrarios.

El partido se había puesto donde el Sevilla quería. Pero el Granada no renunciaba y mantenía un desgaste descomunal en la presión cada vez que su rival reculaba y tenía que sacar el balón en su propio campo. Tanto esfuerzo acabó dando sus frutos. En una larga jugada del Sevilla, que tocó y tocó el balón de delante hacia atrás, los granadinos acabaron robando en las cercanías del área nervionense. Sacaron rápido, el balón llegó a Rochina, quien desde 40 metros clavó el gol en la portería de Bono.

El enfado de Lopeteguir era mayúsculo. Habían dejado a su rival disparar solo. Y más grande pudo ser porque en la siguiente jugada Luis Suárez marcaría un golazo. Por fortuna para el Sevilla estaba ligeramente adelantado.

El partido había cambiado, al conjunto hispalense le tocaba ir contra corriente y empezar a llevar el peso y arriesgar. Quiso hacerlo pronto y tuvo ocasión para ello. Apenas tres minutos después del tanto nazarí. Fue en una jugada de estrategia que Koundé prolongó en el segundo palo y Diego Carlos, en el área pequeña y en plancha, remató por encima de la portería.

Pese a esta jugada puntual y a que el Granada ya sí dio un paso atrás para recuperar el aliento,  al Sevilla le costaba encontrar huecos en una defensa que había cerrado filas por delante de Maximiano.
 
Con los puntas muy vigilados, Fernando cogió el protagonismo en ataque. Primero con una llegada arriba a la que no llegó por poco y, después, con un disparo que trató de emular al de Rochina, pero que se le fue un poco desviado.

Los cinco últimos minutos antes del descanso fueron de acoso sevillista y en ellos tuvo a Montiel como protagonista. El argentino encontró un hueco en su banda, subió y creó dos ocasiones que llevaron la zozobra a la afición local. La primera la sacó Luis Abram con contundencia; la segunda alcanzó a Joan Jordán en el primer palo, pero su disparo pasó lamiendo el palo. 

Pese a este empuje final, Lopetegui no acabó contento con su equipo e hizo una triple sustitución en el intermedio, dando entrada a Navas, Papu y Munir por Montiel, Suso y Jordán. El objetivo era dar un paso adelante y empezar a cercar el área granadina.
 
Y, de entrada, lo logró. Lamela, en una gran jugada personal, y Rafa Mir tuvieron sus opciones, pero se encontraron con la poblada defensa nazarí.
 
Su rival, con los laterales hispalenses jugando de extremos y dejando muchos espacios atrás, ya jugaba claramente a la contra.  En una de ellas marcó Soro, pero estaba en claro fuera de juego.

Los nazaríes lograron quitarse de encima ese empuje inicial y volvieron a llevar el partido a donde quería, a una 'calma tensa', en el que el Sevilla tenía el balón, pero ellos no sufrían.
 
Lopetegui volvió a mover ficha dando entrada a Óscar, desaparecido en los últimos partidos, en lugar de Lamela. Su rival respondía tapando la banda derecha con el ex capitán sevillista Escudero. El mensaje era claro. El Sevilla tendría muy pocos espacios.

Y como si fuera una partida de ajedrez, a falta de 20 minutos, Lopetegui se la 'jugó'. Dio entrada a Ocampos por Rakitic y dejó solo a Fernando para contener el centro del campo, defendiendo sólo con él y con los dos centrales. Pero en ataque tenía toda la pólvora disponible.

Casi la aprovecha en la siguiente jugada, en la que Munir cazó un centro en el segundo palo y sólo un paradón de Maximiano evitó la igualada. Era la jugada más clara que hasta ese momento había generado el Sevilla. 

Para llegar tenía que ser en un error local que dejase algún hueco libre, como en este caso, o en una jugada a balón parado. Y la siguiente ocasión clara llegó en una acción de estrategia, tras un córner. Koundé volvía a demostrar su capacidad de salto, le ganó a la defensa y conectó un remate que se marcho fuera por milímetros.

Quedaban diez minutos de sufrimiento en los que Robert Moreno trató de dar aire a su centro del campo con los dos últimos cambios y no bajar la fuerte presión.

El arreón final sembró el pánico en el conjunto local. Primero, Koundé conectó un centro al que no llegaron por milímetros Rafa Mir, primero, y Munir y Ocampos después. Mir, precisamente, se quedó con la miel en los labios cuando no pudo rematar un centro de Ocampos desde la línea de fondo. Maximiano intervino en la siguiente para evitar el gol sevillista... Todo ello en apenas cuatro minutos. Era un acoso costante con el se llegó a la prolongación.

Aún quedaban tres minutos de sufrimiento, pero ahí se acabó el partido. Un enganchón entre Luis Suárez y Diego Carlos acabó con tarjeta para ambos. Era la segunda del central sevillista, que vio la roja. El Sevilla había caído en la 'trampa' y, con ello, había tirado todas sus opciones. Una gran oportunidad perdida.

Ficha técnica:
 
Granada: Maximiano, Quin, Víctor Díaz (Germán 76'), Abram, Carlos Neva, Gonalons (ISma Ruiz 86'), Montoro (Puertas 46'), Luis Milla (Monchu 86'), Rochina, Soro (Escudero 64') y Luis Suárez.
 
Sevilla FC: Bono, Montiel (Navas 46'), Koundé, Diego Carlos, Acuña, Jordán (Papu Gómez 46'), Fernando, Rakitic (Ocampos 70'), Suso (Munir 46'), Lamela (Óscar 64') y Rafa Mir.

Goles: 1-0 (25') Rochina.

Árbitro: Alberola Rojas (murciano). Amonestó a Gonalons, Quini, Acuña, Luis Suárez. Expulsó a Diego Carlos (91')
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