Del mejor
Betis del curso al peor. Del
Betis de
Milán, al del
Coliseum. De la colisión de estilos que se esperaba en Getafe por las diferencias de
Bordalás y
Setién para entender el fútbol salió ganador el preparador azulón. El choque se jugó como quiso el 'Geta' a excepción de unos primeros minutos en los que el
Betis pareció mantener la inercia de San Siro. Sin embargo, el
Getafe supo cortocircuitar el engranaje verdiblanco. El que debía facilitar que la pelota llegara de la defensa a la zona de ataque en condiciones ventajosas para los heliopolitanos.
En ese engranaje debían ser fundamentales
Lo Celso y
Boudebouz. El argentino sufrió la presión del centro del campo azulón, mientras que el ex del
Montpellier fue incapaz de encontrar su sitio a la espalda de
Arambarri y
Maksimovic. Las imprecisiones verdiblancas fueron continuas, mientras que el
Getafe aplicó su plan con convicción, concentración y continuidad, ahogando la salida verdiblanca y sacando a los visitantes poco a poco del partido.
Ángel y
Jorge Molina ayudaron mucho más que
Sanabria y
Loren. El canario tiró infinidad de desmarques a la espalda de
Sidnei, mientras que Molina venía a recibir y descargaba para los centrocampistas. Ambos se encontraron en el primer gol. Buen centro del '9' y remate de killer del exverdiblanco ante la indecisión de
Joel. La sentencia llegó al minuto siguiente y el
Betis no pudo levantarse de la lona. Lo intentó con
Canales, activo y con energía, y con un cambio de dibujo, al 4-3-3, que no varió sustancialmente el panorama.