Mueren cuatro personas durante el asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump

Mueren cuatro personas durante el asalto al Capitolio por parte de seguidores de Trump
El 'trumpismo' culmina en un asalto de sus partidarios al Congreso de los Estados Unidos. - R. M.
Estadio DeportivoEstadio Deportivo 7 min lectura
Al menos cuatro personas han muerto este miércoles durante el asalto al Capitolio de Estados Uniodos por parte de seguidores del presidente, Donald Trump, entre ellas una mujer que ha muerto tras recibir un disparo por parte de las fuerzas de seguridad en el interior de la sede legislativa.

La mujer ha sido identificada como Ashli Babbitt, según ha informado la cadena de televisión Fox News, una veterana de la Fuerza Aérea estadounidense y residente de San Diego. La Policía de Washington ha confirmado que ha muerto a manos de la Policía.

Babbitt era una firme partidaria de Trump, según ha explicado su marido a WTTG-TV, y ha sido declarada muerta en un hospital de la zona, tal y como ha confirmado el portavoz del Departamento de la Policía Metropolitana de Washington, Dustin Sternbeck.

Semanas de repudias infundadas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra el resultado de las elecciones de 3 de noviembre han desembocado en un escenario de caos y violencia en la capital del país, Washington D.C., donde cientos de simpatizantes del mandatario han protagonizado un estrambótico asalto contra el Capitolio, repudiado por la práctica totalidad del espectro político, en lo que supone la traducción más importante de la retórica conspiratoria abanderada por el dirigente estadounidense a pocos días de su salida del poder, y que se ha saldado por el momento con una mujer fallecida.

El asalto comenzó en torno a las 20:30 de la tarde del miércoles, dos horas después de que el presidente estadounidense compareciera ante sus simpatizantes para proclamarse como ganador de las elecciones y les asegurara que "jamás iba a reconocer la derrota" contra el presidente electo, Joe Biden, en un día, además, en que su Partido Republicano habría perdido el control del Senado de Estados Unidos tras la victoria, según las principales estimaciones, de los dos candidatos demócratas en las elecciones en el estado de Georgia, Raphael Warnock y Jon Ossoff.

"Jamás nos rendiremos. Jamás reconoceremos la derrota. No va a pasar. No declaras la derrota cuando hay un robo de por medio", ha declarado Trump en la culminación de semanas de denuncias de fraude electoral, jamás respaldadas por los tribunales del país a pesar de sus esfuerzos legales. El presidente se dirigió a sus simpatizantes tras protagonizar, entre bambalinas, el enésimo altercado con el Partido Republicano, en particular con su figura más prominente en la Casa Blanca, el vicepresidente Mike Pence, su último baluarte para anular el resultado electoral.

Según fuentes de CNN, Pence se habría negado a aceptar la petición de Trump para que rechazara la votación de los delegados del Colegio Electoral que certificaría a victoria de Biden, en lo que supondría la ruptura definitiva con su partido, a pesar del presunto respaldo de 150 legisladores republicanos, encabezados por el senador por Texas, Ted Cruz, para repudiar los resultados de los comicios. El propio Cruz ha condenado los disturbios, en lo que parece tratarse del final de todos los caminos de Trump para arrogarse la victoria electoral.

Dos horas después del discurso de Trump, cientos de manifestante atravesaron las barreras policiales e irrumpido en el Capitolio en el mismo momento que los senadores debatían la votación que certificaba la victoria de Biden. Sin intervención alguna de las autoridades, manifestantes, entraron en las instalaciones de la sede del Congreso norteamericano, entre ellas la oficina de la líder de la mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi. La Policía lanzó bombas de humo a los asaltantes, sin éxito, mientras los senadores se veían obligados a interrumpir los procedimientos.

Los diputados aguardaron en el interior de la cámara de la votación, tendidos en el suelo y con mascarillas de gas mientras la Policía del Capitolio intentaba contener la entrada de los manifestantes en el hemiciclo. Finalmente, la sala fue evacuada y los manifestantes procedieron a campar a sus anchas por todo el lugar hasta las 23:15 h, cuando la Policía consiguió desalojar a la multitud, concentrada ahora, a la caída del sol en las escaleras del edificio.

La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha impuesto un toque de queda en la ciudad desde las 18:00 h (hora local), que estará vigente hasta las 6:00 horas (hora local) del jueves, tal y como ha informado a través de su cuenta en la red social Twitter. Por su parte, Trump ha pedido "por favor" apoyo para la Policía del Capitolio y las fuerzas de seguridad estadounidenses.

Por su parte, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha denunciado la irrupción en el Capitolio de simpatizantes del presidente Trump, al que ha pedido que "defienda la Constitución" y pida "el fin del asedio". "No es una protesta. Es una insurrección", ha afirmado Biden, que ha instado así a Trump a "dar la cara" en televisión y "pedir el fin de este asedio" protagonizado por la "turba" de seguidores del actual presidente.

Por último, el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, quiere que los senadores regresen a la cámara para terminar de contar los votos electorales, y atribuye gran parte de la culpa de los eventos del día al presidente Trump, dijo un asesor del republicano de Kentucky en declaraciones al Washington Post.

El asesor, que no estaba autorizado para hablar públicamente sobre el asunto, confirmó que McConnell no había hablado con Trump este miércoles, pero sí ha manifestado que el líder republicano "estaba muy enfadado con Trump por incitar a sus partidarios".
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