Ana Peleteiro empeora

La atleta española, que sufrió un aborto hace unos días, ha contado lo mal que lo está pasando y los dolores que padece

Ana Peleteiro empeora
Ana Peleteiro empeora - Instagram

La atleta gallega Ana Peleteiro, campeona de Europa de triple salto y medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, informó el pasado 24 de julio que había perdido el hijo que esperaba junto a su pareja, el francés Benjamín Compaoré.

La gallega explicó que, en la última revisión, los médicos le comunicaron que ya no escuchaban el latido del que sería su segundo hijo.

"Chicos, lo siento mucho, pero a pesar de llevar un crecimiento normal, no tenemos latido. Esas probablemente sean las palabras que jamás quieres escuchar y menos aun cuando parecía que todo iba bien después de escucharle el latido en la semana 7 y sentir como cada día iba creciendo poquito a poco sin ningún tipo de problema", explicó entonces.

Una semana después, la atleta gallega ha hablado en sus redes sociales sobre los problemas físicos que el aborto está generándole. "Tengo una cita médica que es muy importante, así que deseadme suerte, porque después de todo lo que ha pasado es una cita muy importante", comenzaba diciendo.

"En el posparto de Lúa no tuve entuertos (contracciones del útero). Todos los que no tuve entonces los estoy teniendo ahora. No sabéis lo doloroso que está siendo, tengo mucho dolor en el útero", cuenta Peleteiro, que asume que "estará volviendo a su tamaño normal, pero horrible".

Pese al dolor, físico y psicológico, la atleta también ha compartido con sus seguidores un viaje junto a su pareja, el cual es "muy especial para nosotros. Ahora, después de lo que ha pasado, todavía más. Ya os contaré a dónde vamos".

SEGUNDA CONFIDENCIA

Esta es la segunda vez que Ana Peleteiro se sincera en redes sociales con sus seguidores, donde el pasado domingo escribió un post para mostrar lo que sentía tras un momento tan duro. "Sanar no significa olvidar. Significa recordar sin que duela", escribía entonces la gallega junto a un vídeo.

"Sanar no es negar lo vivido, ni silenciar el dolor. Es permitirnos sentirlo con honestidad y, con el tiempo, dejar que se suavice. Que se vuelva parte de nosotras, sin apretarnos el pecho cada vez que lo recordamos. Sanar es cuando un recuerdo que antes dolía como una herida abierta, un día simplemente te hace sonreír con ternura. Cuando puedes hablar de lo perdido sin quebrarte. Cuando el silencio ya no pesa tanto. Cuando recuerdas, y en lugar de llorar, agradeces... No hay traición en seguir adelante. No hay olvido en volver a sonreír", añadía.