La confesión de Susana Saborido sobre lo peor de ser la mujer de Joaquín

'El capitán en América', el programa que Joaquín Sánchez y su familia viajando por Estados Unidos está siendo un éxito de audiencia en Antena 3, como prácticamente todo lo que hace el ex del Real Betis en televisión. En la última emisión del programa, que se emite todos los miércoles en Antena 3, Susana Saborido, mujer del exfutbolista, hizo alguna confesión sorprendente, aunque ambos tuvieron que pasar un mal trago por Salma, su hija menor.

En Arizona, la menor de los Sánchez Saborido sufrió las consecuencias de las elevadas temperaturas, dando a sus padres un gran susto.

"¿Me compras una coca-cola? Me encuentro mal. Veo negro, no es broma", decía Salma a sus padres. Joaquín, visiblemente nervioso, alertó al equipo de producción del programa que les acompaña durante la grabación del mismo. "No es cachondeo", dijo el portuense. Poco después llegó el refresco pero Salma no mejoraba. "¿Te estás mareando?", preguntaba Joaquín. "Sí, mucho, mucho. Me voy a desmayar", respondía la joven. Finalmente todo quedó en un susto y la cosa no fue a mayores.

La confesión de Susana Saborido

En otro momento del programa en el que Joaquín se estaba 'confesado', el exfutbolista contó que tiene un deseo sobre su fama que es difícil de cumplir. "Me gustaría muchas veces pasar desapercibido, pero sé cuál es mi vida. En este viaje sé que voy a poder hacer cosas que normalmente no hago y eso me hace mucha ilusión", dijo la leyenda verdiblanca.

Precisamente eso es lo que piensa también Susana, que se sinceró sobre lo peor que tiene estar casada con Joaquín. "Lo que menos gusta del mundo de la fama es que todo el mundo opina de ti", afirmó la mujer del carismático deportista.

Cuando Joaquín quiso dejar el fútbol

En otro momento de intimidad, Joaquín contó a su familia, sobre todo a sus hijas, las dificultades de su vida, no siendo todo un camino de rosas.

"Al principio tan joven no es fácil de asimilar. Te coge todo de nuevo, momento difícil, que te sientes un poco perdido, que te puedes creer alguien que realmente no eres. He tenido, gracias a dios, a mi gente cerca. Eso me ha hecho valorar de dónde vengo, quién soy. Estoy muy orgulloso de ser quién soy, de dónde vengo y de la familia que tengo y en ningún momento me he planteado ser otra persona", dijo Joaquín.

Fue el padre del portuense quien sostuvo a Joaquín en los peores momentos y evitó que dejara el fútbol. "Me levanté un día diciendo que yo ya no quería jugar más al fútbol y me dijo: bueno, acuéstate. Antes de acostarme me dio un 'zosqui' por atrás. Al día siguiente, Me dijo: tú coge, ve a jugar y después de jugar hablas con el entrenador y le dices que no quieres jugar más. Jugué tan bien que me dio vergüenza decirle nada. Si no llega a ser ese día por mi padre, yo no hubiera ido a jugar más al fútbol", contó.