La 'fiebre' por Isco también contagia a la familia Griezmann

Aunque se perdió cuatro meses por culpa de una recaída de su lesión de peroné, que le obligó a pasar de nuevo por el quirófano, la temporada 24/25 de Isco Alarcón ha sido para enmarcar. Como los vinos, el costasoleño mejora año tras años, cerrando este capítulo con 12 goles y 11 asistencias (la última, a Ez Abde en la final de la UECL) en 33 partidos, acaparando elogios de propios y ajenos. No en vano, el '22' del Real Betis ha terminado en el once ideal de la Conference League, en el de LaLiga y de vuelta a la selección española casi seis años después. El entrenador del Chelsea, un Enzo Maresca que coincidió con él como futbolista en el Malaga CF, y el argentino Enzo Fernández, quien iniciara la remontada 'blue' el pasado miércoles, se rindieron igualmente al ex madridista, que ha enamorado a muchos tanto por su calidad como por su resiliencia.

El último de ellos es Amaro Griezmann, segundo de los tres hijos de la estrella del Atlético de Madrid, quien, como sus hermanas Mía y Alba, por cierto, nació un 8 de abril. El único varón de la saga, que acaba de cumplir 6 años, tiene las ideas muy claras sobre sus gustos, como desvelaba su padre en una simpática 'story' en su perfil de Instagram. El de Mâcon, retirado por voluntad propia desde hace unos meses de la selección francesa, disfruta ya de unas merecidas vacaciones en un destino paradisíaco por confirmar. Y en ésas que ocurrió la anécdota que relata, con la prueba del 'delito' y citando al propio compañero de profesión natural de Arroyo de la Miel: "Un chico vendía unas camisetas en la playa. Entre Neymar, Cristiano, Messi, Mbappé, nuestro Julián... Amaro dijo 'Papá, yo quiero la de Isco!'". Una muestra de que el buen gusto no entiende de colores.

Mientras que Isco Alarcón tiene dos años más de contrato con el Real Betis que no sólo desea cumplir, sino que le encantaría prolongar, algo en lo que coincide, pese a sus 33 años, con la entidad heliopolitana, su coetáneo (34) Antoine Griezmann no tiene tan claro que vaya a apurar el suyo hasta 2026 con los colchoneros. Con la MLS como constante tentación para el francés, se viene seguramente una última aventura allende los mares para un extremo reconvertido a delantero que se dio a conocer en la Real Sociedad, pero que tocó el cielo con el Atlético de Madrid, que haría el negocio del siglo al traspasarlo al FC Barcelona y recuperarlo después por una quinta parte.