Si tienes un Nokia antiguo no lo tires, puede valer miles de euros
Los teléfonos móviles más antiguos que a penas valían en su momento, ahora son piezas de coleccionista muy valiosas

Los avances de la tecnología a lo largo de la historia han ido de la mano con los avances de la humanidad. Es decir, siempre habían surgido de manera posterior a que el ser humano tuviera la necesidad. Yendo a lo más básico de la tecnología, la rueda surgió para poder transportar carga de manera más liviana entre otras muchas cuestiones. Sin embargo, en los últimos años, sobre todo en las últimas dos décadas, esto ha dejado de ser así. Ahora primero se crea la tecnología, el aparato que sea, y después para venderlo y que sea rentable, a través de la publicidad se crea la necesidad al ser humano. Si se analiza esto es realmente así porque ocurre mucho el simple hecho de que no necesitas algo hasta que descubres que existe y todas las ventajas que puede traer a tu vida, y justo en ese momento te parece que no puedes vivir sin él.
Ya no se trata solo de nuevos aparatos o inventos, sino nuevas actualizaciones dentro de los mismos dispositivos. Esto ha ocurrido en gran medida con los teléfonos móviles. Hace 20 años el teléfono móvil era algo muy novedoso y prácticamente un lujo. En cambio, hoy está totalmente integrado en la vida y aquellos primeros modelos parecen de la prehistoria. Muchas personas van tirando los teléfonos que ya no utilizan, y lo que no saben es que algunos de esos ‘ladrillos’ pueden valer miles de euros si saben venderlos.
Una revalorización sin precedentes
Realmente esto ocurre con bastante frecuencia con el paso de los años. Es decir, hay una fina línea entre que algo sea viejo e inútil, y que sea una pieza digna de coleccionista que pueda valer miles de euros. De hecho esa línea la pinta quien quiera o no comprarlo, porque puede hacer que otros coleccionistas vean que puede tener valor y que así aumente su precio de manera exponencial. Esto es lo que está ocurriendo con los teléfonos móviles. Se trata de dispositivos que hoy en día parecen simples piedras, que pesan mucho, que son muy gruesos y que no pueden realizar prácticamente ninguna de las funciones que tienen los teléfonos de hoy en día.
Pero aun así, aunque funcionalmente tengan muy poco valor, lo realmente importante es el valor simbólico. Eso es por lo que pagan la mayoría de coleccionistas. Y ahora son los teléfonos lanzados entre la década de los 80 y principios de los 2000 los que están adquiriendo una dimensión sorprendente. No hace falta irse a un teléfono muy antiguo, solo hace falta volver algo más de 10 años. Un modelo de Nokia 8800 Carbon Arte, que salió a la venta en 2013, puede valer hasta 3.500 euros. Una cifra que puede incluso aumentar si se conserva en buen estado y si se mantienen el cargador y el embalaje original.