El duelo que se está viviendo en Pasapalabra entre Rosa y Manu recuerda a grandes rivalidades que lo largo de la historia del programa, en ambas de sus etapas, lo han marcado y definido. Además, con cada programa aumenta el bote de manera que la presión y las ganas de llevárselo sigue aumentando. Un premio que ya sobre pasa 1.400.000€ y que de esta manera se ha colado de lleno entre los 10 más altos de la trayectoria del programa. De momento Manu y Rosa rondan los 90 enfrentamientos, y también se están convirtiendo en una de las parejas más longevas en cuanto a programas disputados se refiere.
En poco más de un mes se cumplirá un año desde que el último concursante fuera capaz de acertar las 25 palabras que componen El Rosco de Pasapalabra. Ese concursante fue Óscar Díaz, que se llevó el bote después de 157 programas luchando, entre otros, con Moisés, y se hizo con un bote de 1.816.000€. Fue uno de los botes más altos de la historia de este concurso, todavía lejos de destronar al primer puesto, conseguido por Rafa Castaño y que llegaba a los 2.272.00€. Pero en este caso incluso el mayor ganador de la trayectoria de Pasapalabra necesitó muchos programas para hacerse con este bote. Suele ser normal teniendo en cuenta que el dinero se va acumulando, con lo cual, si la suma es alta, supone que se lleva mucho tiempo sin conseguir.
El segundo puesto lo ocupa todavía un bote de 2021, que fue conseguido por Pablo Díaz. El concursante canario fue el primero en llevarse un premio millonario en la nueva etapa del programa en Antena 3 y lo hizo superando los 200 programas, con contrincantes muy duros como Nacho Mangut, con quien compartió 50 programas. Pero el título de Pablo Díaz de ser el último ganador del programa le fue arrebatado con bastante rapidez. Antes de que el bote llegara a cifras cercanas al millón o lo superara, pasó por el concurso Sofía Álvarez, que en tan solo 62 programas se llevo un bote de 466.000€. Se trata de la concursante que menos tiempo ha necesitado para hacerse con el premio final del programa. Casi seguro que no se le olvidará aquella definición con la H que planteaba “el apellido del compositor autor de la banda sonora de la película ‘El Hombre que vendió su alma’ y cuya respuesta, para delirio del propio Roberto Leal incluso, era Herman.