Eurovisión la censura por ser “demasiado sexual”
Las representantes de Finlandia y de Malta han tenido que realizar cambios en sus actuaciones para el festival por considerar la UER que no eran apropiadas

Faltan a penas días para que se celebre una de las mayores ‘fiestas’ del continente europeo, el festival de Eurovisión. Se trata de un momento en el que millones de personas del viejo continente se pegan a la televisión para ver las canciones representantes de toda Europa, pero sobre todo para seguir y apoyar a su propuesta, la de su país. Más allá de eso, aunque en algunas ocasiones se tache de estar politizado, de que “siempre ganan los mismos”, también ha sido una verdadera puerta a la diversidad y la libertad. En general el mundo de la música suele ser ese lugar donde muchos deciden expresar sus inquietudes y sobre todo revelarse contra lo establecido. Y este festival lo ha sido en buena parte, porque al componente musical se le debe sumar el televisivo.
Esto supone que todo lo que veas o propongas será visto por millones de personas, con la relevancia que eso puede tener a nivel social. De manera que con el paso de los años se ha convertido en lugar de refugio para algunos colectivos oprimidos históricamente por el resto de la sociedad, como el LGTB, y en general ha servido mucho para expresar quejas sociales. Sin embargo, en los últimos años ha habido bastantes críticas por cuestiones relacionadas sobre todo con Israel, así como por obligar a ciertos cambios en las actuaciones por no ser apropiada. Eso es lo que les ha ocurrido tanto a la representante de Malta como de Finlandia, que no han pasado el filtro de la UER, la organizadora y creadora del festival.
Una nueva polémica
Erika Vikman y Mariana Conte son las representantes de Finlandia y Malta respectivamente, y han sido las afectadas por una censura que ha generado mucha polémica entre los seguidores del festival. Todavía ninguna de las dos tiene asegurada su puesto en la gran final del sábado 17, puesto que deben pasar por las semifinales de este jueves. Pero su propuesta no podrá ser la que en un principio ellas mismas habían confeccionado. En el caso de la representante de Malta ha tenido directamente que eliminar unas palabras de su canción por poder tener un doble sentido. El término es ‘serving kant’ que en inglés puede entenderse como una referencia a las partes íntimas femeninas, asique la UER ha decidido vetarla. Para ello, y en símbolo de protesta, decidieron quitar directamente esa parte y sustituirlo por un sonido que se asemeja al de un orgasmo femenino.
Poco después, tan solo al pasar un día tras saltar la noticia con Conte, también ha ocurrido algo parecido con Vikman. EN este caso su letra sí que ha pasado el filtro, no se ha considerado ‘ofensiva’ pero ha sido su puesta en escena la que no ha convencido a la organización del festival. Según la UER se trata de una propuesta “demasiado sexual”. Realmente, al menos en la propuesta que le ha llevado a Eurovisión, la puesta en escena no mostraba nada, pero aun así la organización asegura querer adaptarlo a un “público familiar”. Han sido dos decisiones muy polémicas porque algunos detractores han planteado como en años anteriores sí que han aparecido hombres con vestuarios que se podían haber considerado excesivos y en cambio no recibieron ninguna censura.