La presión de OT puede con Noemí Galera

Hay formatos televisivos que pasan sin pena ni gloria por la pequeña pantalla, que tienen una temporada y acaban, sin más que decir. Otros si que llegan a tener algo de éxito, pero parece que se va diluyendo con el tiempo. En cambio, existen otros formatos que tienen éxito y que pueden alargarse décadas en el tiempo. Pero sin duda, uno de los mayores reflejos que puede existir en cuanto a que algún programa tenga éxito, es que termine, y a pesar de no emitirse durante cerca de una década, siga teniendo millones de fans hasta el punto de volver a romper récords cuando retoma su emisión. El ejemplo perfecto de este último caso es Operación Triunfo.

Este programa tuvo un éxito descomunal a principios de los años 2000, y de él salieron algunos de los grandes cantantes de los últimos años, como pueden ser Bustamante, Bisbal, Chenoa o Manuel Carrasco. La mezcla del formato de realitie con los concursantes entre cámaras las 24 horas al día, mezclado con el sueño de convertirse en cantantes fue una apuesta más que acertada. Y lo que pocos podían apostar es que más de 6 años después, volvieran, y de nuevo tuvieran el mismo o incluso más éxito que en su momento. Tal fue el éxito que desde la última edición se emite en Prime Video, que lo compró a RTVE. Y ahora en esta segunda edición en la plataforma, con todo conformándose, Noemí Galera ha vivido un momento más que emotivo durante las elecciones.

Una decisión difícil

Noemí Galera es una de las personas más importantes del concurso, es la directora de la academia, donde aprenden y van creciendo como artistas. Además, tiene un papel muy activo en la selección de los concursantes. De hecho, está en todos los castings que se hacen en cada ciudad, y que luego van reduciendo hasta llegar a los que entrarán. Ahí Noemí ha encontrado de todo, pero es cierto que en ocasiones son momentos duros. Son momentos duros tanto en cuanto para muchas personas es el sueño de sus vidas, y es ella la que tiene que romperlo, o al menos aplazarlo al decirle que no.

Y es que son miles y miles de personas los que lo intentan edición tras edición, que esperan muchas horas para poder demostrar su nivel como cantante. El momento duro para Noemí Galera ha llegado en la fase final del casting, ya con un grupo relativamente pequeño de aspirantes. La directora de la academia no ha podido evitar emocionarse debido a los sentimientos encontrados que todos tienen en un momento tan emocionante como ese. Además ha querido lanzar un dardo para “quienes decían que OT era una moda pasajera”, ya que se trata de la decimotercera edición del concurso, llevan desde el año 2001.