La
Roma reveló los planes para construir un estadio con capacidad para
52.500 espectadores, lo que le permitiría convertirse en el segundo club de la Serie A italiana de fútbol en jugar en su propio campo. El presidente del club romano, James Pallotta, dijo este miércoles que esperaba que el Stadio della Roma estuviera listo para la temporada
2016/17, aunque aún depende de la aprobación de las autoridades locales.
"Hemos trabajado excepcionalmente duro durante los últimos dos años y en particular en los últimos meses en colaboración con el alcalde (Ignazio) Marino y su administración para desarrollar el proyecto del estadio para
AS Roma, la ciudad de Roma y sus grandes aficionados", dijo
Pallotta. "La ciudad y los aficionados se merecen un estadio de clase mundial. Confiamos en que el Stadio della Roma estará entre los mejores del mundo y será una clave para el éxito del club", añadió.
El conjunto romano comparte actualmente el
Estadio Olímpico de la ciudad con su clásico rival, la
Lazio. A diferencia de la lejanía de las tribunas del Olímpico, el nuevo recinto tendría al público a solo unos metros del campo de juego. El estadio también ofrecerá una variedad de sedes para eventos de música y entretenimiento, lo que da al club la oportunidad de conseguir ingresos extra.
La entidad explicó que el nuevo estadio sería una parte central de la estrategia de futuro del club y su "regreso como una potencia en el fútbol internacional". "Este lugar se convertirá en un centro de actividad los siete días de la semana para compras, cenas, entretenimiento, trabajo, hospitalidad y deporte, que acogerá a romanos y visitantes de todo el mundo los
365 días del año", señaló el club en un comunicado.
Los medios italianos dijeron que el nuevo estadio, que se construirá en el suroeste de la ciudad, costaría
300 millones de euros. En contraste, la mayoría de los clubes de la
Serie A usan estadios municipales que a menudo están en malas condiciones. Los clubes se quejan de que esa situación limita sus posibilidades de crecimiento, pero las restricciones en los planes y las dificultades para obtener financiación les impiden construir nuevos estadios.