El estreno soñado tanto para el
San Roque Balompié como para su técnico,
Antonio Fernández: ascenso a
Segunda Andaluza en el debut de ambos en categoría amateur gracias a una temporada espectacular. El cuadro capitalino ha rayado la perfección: sólo tres derrotas en 34 partidos, 86 goles a favor, 32 tantos en contra e invicto en el
Demetrio Pichel de Sevilla Este.
“La temporada ha sido para enmarcar tanto en lo personal, al ser mi primer ascenso como entrenador, como para el club, que ha tenido un estreno inmejorable en la categoría”, detalla el míster.
Con el objetivo de seguir echando raíces en el barrio de
Sevilla Este, el
San Roque, otrora afincado en el antiguo campo que se ubicaba en
Marqués de Contadero, decidió embarcarse en la construcción de un equipo sénior para competir en la campaña 18/19. Para el reto, el club apostó por un hombre de la casa,
Antonio Fernández: “El objetivo era -y sigue siendo- dar cabida a los juveniles, echar a rodar el proyecto para crecer con la cantera. Nos ha sorprendido que los resultados hayan llegado tan rápido”.
Un equipo totalmente nuevo que, con el paso de las jornadas, se ha convertido en una familia. Circunstancia que ha resultado clave en los buenos resultados. “Nuestro primer fin era formar una familia, que los jugadores disfrutaran entrenando, jugando... Que no se nos hiciera larga la temporada. Todo ello se transformó en una ilusión tremenda”, afirma
Fernández, quien, a pesar de que para el cuerpo técnico la palabra ascenso estaba “prohibida”, resalta la ambición del vestuario: “Desde el minuto uno ellos creían en la promoción”.
Tanto es así que, una vez logrado el objetivo en San José a falta de dos jornadas, el
San Roque no se relajó y goleó (4-1) al líder
Arahal, a la postre campeón, para pelear por el título liguero hasta la última fecha. “Me quedo con ese partido. El equipo, en lugar de relajarse, se fajó para seguir aspirando al liderato”, recuerda un técnico que también destaca la fortaleza de su conjunto: “Después de cada revés nos hemos levantado con más fuerza”.
El cariño del clubDurante once temporadas,
Antonio Fernández, de sólo 34 años, ha pasado por todas las categorías del club, desde prebenjamines hasta sénior. Por la dificultad que conlleva ser “profeta en tu tierra”, el míster se queda “con el cariño que ha recibido de todos los jugadores y del club” más que con algún momento en concreto del curso. “Alrededor del equipo se ha formado una auténtica familia”, enfatiza. Así, el San Roque ha puesto la primera piedra para seguir creciendo.
Fran Delgado3 min lectura