Aleñá: “Bordalás me ha hecho ser un jugador más completo”
Carles Aleñá vive un gran momento en el Alavés, donde se ha consolidado como una pieza clave del proyecto de Coudet. El centrocampista catalán repasa su carrera, su evolución y cómo el paso por el Getafe y por las manos de José Bordalás marcaron su madurez futbolística

Carles Aleñá Castillo (Mataró, 27 años) representa a la perfección el estilo que se forja en La Masia. Ingresó en las categorías inferiores del Barcelona con apenas siete años y pronto destacó por su visión de juego, su técnica y su inteligencia en la conducción. En 2016 debutó con el primer equipo y muchos lo señalaron como una de las grandes promesas de su generación. Sin embargo, la enorme competencia del vestuario culé impidió que se consolidara.
Su salida le llevó primero al Betis y más tarde al Getafe, donde comenzó a desarrollar una versión más completa de su fútbol. La pasada temporada llegó cedido al Alavés, y su rendimiento convenció tanto al club como a la afición, que empujaron para que se quedara. Hoy disfruta de un contrato largo, vigente hasta 2029.
“En Vitoria me siento como en casa”
El jugador reconoce que el inicio de curso ha sido muy positivo. “Llevamos un gran inicio de temporada, con buenas sensaciones. Sabíamos que teníamos que hacernos fuertes en casa”, explica. Aleñá se siente plenamente integrado en el club y en la ciudad. “Siempre lo he dicho: cuando me fui tras la cesión tenía la sensación de que iba a volver, porque siento este sitio como mi casa. Aquí me valoran y me hacen sentir importante”, comenta.

El catalán asegura que el entorno del Alavés ha sido clave para reencontrarse con su mejor versión. “Soy feliz donde me valoran, donde me siento importante. Aquí lo soy, tanto yo como mi familia. Tengo la impresión de que llevo más tiempo del que realmente llevo”.
Bordalás y la lección del equilibrio
Aleñá no olvida su paso por el Getafe ni la figura de José Bordalás, a quien atribuye una influencia fundamental en su crecimiento. “Bordalás me enseñó muchísimas cosas buenas que se necesitan en el fútbol actual. Me enseñó otra forma de ver el fútbol: ponerme fuerte físicamente, defender… Me ha hecho ser un jugador más completo”, reconoce.
Formado en un entorno donde “todo era con balón”, el catalán valora haber aprendido también “la otra cara del fútbol”. “Intento volcarme en tareas defensivas y, claro, aportar en el tema ofensivo”, añade.

Definido por sí mismo como un futbolista ambicioso, Aleñá no esconde su deseo de alcanzar metas mayores. “Me gusta soñar en grande. Obviamente me gustaría jugar en Anfield. ¡Quién te dice que no lo pueda conseguir!”, admite entre risas. Aun así, mantiene los pies en el suelo: “Sé la realidad en la que me muevo. A corto plazo quiero hacerme un jugador importante y ayudar a que el Alavés esté lo más arriba posible”.
Una vida ligada al balón
El futbolista confiesa que su pasión por el fútbol viene de siempre. “He estado siempre con un balón. Me encanta verlo en todas las categorías, conozco a tantos jugadores... A veces tengo un problema en casa, hay que pactar horarios porque si no me pasaría viendo fútbol todo el día”, bromea. También le gusta el tenis, aunque admite con humildad: “Soy un poco más flojo”.

Su padre, exdelantero, sigue siendo su mayor crítico. “Siempre me dice lo malo. Cuando hago algo bien me felicita, pero no dura mucho. Es más de corregir las cosas que puedo mejorar”, explica entre sonrisas. “Eso me ha mantenido con los pies en el suelo”.
Aleñá termina lanzando un mensaje a la grada de Mendizorroza. “Que nos sigan apoyando como siempre, que nosotros estamos trabajando para darles alegrías. Seremos un equipo que siempre intentará ganar y poner las cosas difíciles a todo el mundo”.