Así era el fútbol antes del fuera de juego: caos, goles y violencia
Antes de la creación del fuera de juego, el fútbol era un deporte desordenado, lleno de goles improvisados y contactos violentos entre jugadores

La primera normativa formal del fútbol surgió en Inglaterra, el 26 de octubre de 1863, bajo la denominación de Football Association. Antes de esta fecha, las actividades precursoras del fútbol se caracterizaban por su violencia y dureza, especialmente en las islas británicas, donde los enfrentamientos solían ser extremos.
Debido a la controversia que generaban estas prácticas, el juego se redujo casi exclusivamente a universidades y colegios, lo que, lejos de frenarlo, favoreció su evolución. Fue en este entorno educativo donde la simple acción de patear una vejiga de cuero fue tomando forma y reglas, dando orden a una práctica que hasta entonces carecía de estructura.

Fútbol y rugby: un origen común entre controversias y leyendas
En los inicios, no existía una distinción clara entre el fútbol y el rugby. Ambos deportes convivían en una mezcla caótica donde estaba permitido avanzar con el balón en la mano o en el pie, y el contacto físico era constante, incluyendo codazos y patadas. La famosa anécdota del estudiante William Webb Ellis, quien en 1823 habría desafiado las normas al correr con la pelota en las manos, es considerada el punto de partida legendario del rugby.
Aunque su veracidad es debatida, esta historia ha sido reconocida oficialmente con placas conmemorativas y hasta con el nombre del trofeo mundial de rugby: la Copa Webb Ellis. Finalmente, tras varias reuniones en un bar londinense llamado Freemason’s Tavern, el 26 de octubre de 1863 se aprobó la primera reglamentación del fútbol, separándolo definitivamente del rugby. Este reglamento inicial se basó en el conocido Código Cambridge (1848), que junto a influencias de otras escuelas y clubes históricos como Eton y Sheffield, dio pie a las primeras 13 reglas formales, entre las que destacó la introducción de la controvertida norma del fuera de juego.
La evolución del fuera de juego: de castigo a elemento esencial del fútbol
La regla del fuera de juego es una de las más polémicas y fundamentales del fútbol moderno. En sus inicios, no existía, lo que provocaba situaciones caóticas y sin control, con jugadores amontonados en la portería rival. Para evitar este desorden, se creó una norma primitiva que fue explotada tácticamente por el defensor Billy McCracken a principios del siglo XX.
Este futbolista del Newcastle United descubrió que desplazándose estratégicamente podía dejar al atacante rival en fuera de juego, una maniobra conocida hoy como “tirar el fuera de juego”. Su innovadora estrategia llevó al dominio de su equipo, pero también a un aburrimiento generalizado entre los espectadores.
Por ello, en 1925, la norma se modificó a la versión actual que exige que un jugador esté en posición ilegal solo si está más cerca de la portería que el balón y el penúltimo adversario, haciendo la jugada mucho más arriesgada. Este cambio fue decisivo para aumentar la fluidez y el espectáculo del juego, evitando interrupciones excesivas y promoviendo la inteligencia táctica. Desde entonces, el fuera de juego ha sido una norma esencial para equilibrar el orden en un deporte que pasó de ser violento y desorganizado a una disciplina con reglas claras y justas.