El balón que se usó en más Mundiales: mitos y leyendas de un diseño inolvidable
Desde 1970, Adidas es la marca encargada de fabricar los balones oficiales para los campeonatos del mundo, revolucionando un elemento del juego que ha contribuido a la evolución del 'deporte rey'

La evolución del fútbol responde a los múltiples cambios que se han producido a lo largo de los años en muchos factores que le afectan. Desde la preparación física o táctica de los jugadores hasta las normas del juego, pasando por el moderno videoarbitraje. Todo ha cambiado. Incluido el balón. Nada tienen que ver los actuales esféricos con aquellas pesadas pelotas con las que se jugaba hace casi un siglo, cuando comenzó la historia de los Mundiales.
Hoy día resulta impensable ver cómo que cada finalista de un campeonato del mundo se presenta con su propio balón y se disputa un periodo con cada uno de ellos. Fue lo que sucedió en el primero que se celebró, en 1930, con Uruguay y Argentina como protagonistas, apostando los charrúas, campeones a la postre, por el T-Model, más pesado que el Tiento que llevó la Albiceleste.
Desde entonces, el avance de los materiales y la tecnología empleados para confeccionar el elemento básico del juego han transformado a éste en realidad. La velocidad, la técnica y hasta la emoción se han victo influenciadas pon la transformación de aquel primitivo balón que se fabricaba cosiendo una piel gruesa de color marrón.
Los tres modelos del Telstar
El gran cambio llegó mediante el escaparate del Mundial de México en 1970, en el que Pelé se coronó por tercera vez con Brasil. Desde entonces, Adidas siempre ha sido la marca encargada de fabricar los esféricos en la gran cita del fútbol, ofreciendo diseños inolvidables. Para empezar, el Telstar, con un atractivo diseño compuesto por 32 paneles en blanco y negro que lo convirtieron en uno de los balones más emblemáticos de todos los tiempos.

Cuatro años después, en Alemania 74, la firma germana presentó el Telstar Durlast, una versión mejorada del anterior, que fue el primer balón oficial en llevar su nombre y el logo, siendo también pionero al disponer de un revestimiento impermeable de poliuretano.
Hubo que esperar a Rusia 2018 para ver la tercera entrega de este modelo, convirtiéndose así en el balón más usado en los Mundiales. Adidas hizo una recreación de su primer trabajo para la FIFA y presentó el Telstar 18, que se utilizó durante toda la fase de grupos, siendo sustituido por el Telstar Mechta, de tonos rojizos, en la segunda fase. Cabe destacar que Mechta se traduce como “sueños” o “ambiciones” en ruso.

El Tango, otro icono
En la mente de todos también está el histórico Tango, utilizado en 1978 y 1982, con 20 paneles cosidos a mano que lo convirtieron en un modelo casi tan icónico como el Telstar. De hecho, se hizo sumamente popular e incluso fue utilizado como balón oficial en varias Eurocopas y en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Además, sus sucesores (Azteca, Etrusco Unico, Questra y Tricolore) apenas presentaron leves modificaciones, aunque ya no eran de cuero y sí sintéticos, hasta la revolución que trajo el Fevernova en el Mundial de Coral del Sur y Japón en 2002.
Pero en una investigación realizada por Adidas se le solicitó a distintas personas que dibujasen un balón de fútbol y el 99% de ellas dibujó un balón parecido al Telstar, con su patrón de hexágonos y pentágonos blancos y negros que ha marcado la historia de este deporte.