Flick castiga a Lamine Yamal y Deco se lo levanta: el gesto que ha molestado (y mucho)

La dirección deportiva del FC Barcelona tuvo que intervenir para evitar que Lamine Yamal se quedara sin jugar el día del encuentro frente al PSG. El gesto de Deco no fue bien recibido por Hansi Flick, que considera que se rompió una norma interna que aplica con rigor en el vestuario azulgrana

La calma no termina de llegar al entorno del FC Barcelona. A las lesiones acumuladas en el parón de selecciones se ha sumado un conflicto interno que ha generado malestar en el vestuario y en el cuerpo técnico.

El entrenador Hansi Flick tiene una política disciplinaria muy clara: los jugadores que llegan tarde a los entrenamientos, charlas o concentraciones son sancionados sin jugar. Es una medida que ya ha aplicado en otras ocasiones con futbolistas del primer equipo.

Sin embargo, el caso más reciente, protagonizado por Lamine Yamal, ha roto esa dinámica. El joven extremo se presentó con retraso a una charla técnica antes del partido contra el PSG, un comportamiento que en cualquier otro contexto habría supuesto su suplencia inmediata. Pero esta vez, el castigo no se aplicó.

Deco intervino para evitar el castigo

Según la información desvelada por Manu Carreño en el programa El Larguero, Deco intervino directamente para evitar que el jugador se quedara fuera del once. La decisión del director deportivo no fue bien recibida por el técnico alemán.

Flick consideraba que debía cumplirse la sanción como en los casos anteriores, pero Deco medió para que Lamine pudiera disputar el encuentro. Esta desautorización provocó incomodidad en el entrenador, que entiende que la disciplina debe ser la misma para todos los jugadores, sin excepciones.

“Flick no asumió de buen grado esta desautorización, ya que considera que este castigo, si es para uno, debería ser para todos”, recoge la información del citado medio. En el partido ante el PSG, finalmente, Lamine Yamal fue titular pese a haber llegado tarde a la charla previa.

Malestar en el vestuario

La decisión generó cierto desconcierto dentro del vestuario azulgrana. Algunos futbolistas no comprendieron por qué se hizo una excepción con Lamine, mientras que otros compañeros —como Koundé, Raphinha o Iñaki Peña— sí fueron sancionados en situaciones similares.

El gesto ha sido interpretado por parte del grupo como un mensaje contradictorio. Flick, que intenta mantener la autoridad y la igualdad de trato, teme que el episodio pueda restarle fuerza ante el grupo si no hay una respuesta coherente en los próximos casos. En el club confían en que la situación se reconduzca y no genere más fricciones entre el técnico y la dirección deportiva.

Preocupación por la evolución de Lamine

El asunto no se limita solo a la sanción. En el club existe cierta preocupación por el día a día del jugador. Se considera que, aunque no hay motivos de alarma, algunos comportamientos recientes del joven extremo no están gustando.

“Hay cierta preocupación con el día a día de Lamine. No es alarmante, pero no gustan algunas cosas que están pasando con el jugador en los últimos meses. No gusta las formas y la vida que está llevando el jugador”, señala la información.

El entorno azulgrana teme que la presión y la fama afecten al desarrollo personal y profesional de un futbolista que, con apenas 17 años, ya es una pieza clave en los planes del Barcelona y de la Selección Española.

Flick, firme en su idea de disciplina

El técnico alemán mantiene su intención de continuar aplicando sanciones cuando considere que se vulnera la normativa interna del vestuario. No quiere que el equipo pierda la disciplina que considera esencial para mantener la competitividad.

En el club confían en que este incidente quede en una anécdota, pero lo ocurrido ha dejado patente una realidad: el equilibrio entre autoridad técnica y gestión deportiva no siempre es sencillo.