Aitor Torvisco5 min lecturaCuando Xavi Hernández anunció su dimisión a cinco meses vista, el pasado 21 de enero, el FC Barcelona había perdido la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid por 4-1, había sido eliminado en los cuartos de final de la Copa del Rey a manos del Athletic Club tras caer 4-2 en San Mamés y acababa de encajar un 3-5 ante el Villarreal CF con el que descendía hasta la cuarta plaza de LaLiga EA Sports. El técnico aseguró que ya tenía decidido dejarlo de antemano, pero lo comunicaba con tanta antelación "para ayudar al equipo". Decía que a la plantilla le vendría bien y nadie lo entendía, pero ahí están los resultados: cinco victorias y dos empates en las últimas siete jornadas, con cuatro citas seguidas sin encajar, para colocarse segundo en la tabla; más la igualada y el triunfo en la eliminatoria de octavos de final de la Champions League ante el SSC Nápoles. En total, una racha de nueve partidos consecutivos invicto que han limpiado el ambiente de un vestuario que ahora sueña con el doblete y que le tiene ganas al Real Madrid. Muchas, muchas ganas.
El Real Madrid ha ganado los tres últimos clásicos en tres competiciones diferentes. El curso pasado, asaltó el Camp Nou con un contundente 4-0 en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey, remontando por todo lo alto el 0-1 de la ida en el Santiago Bernabéu. Ya en esta 23/24, los de Carlo Ancelotti se impusieron en la sede provisional de Montjüic por 1-2 en la jornada 11 en Primera y meses después se hicieron con la Supercopa con el ya mencionado 4-1.
Por eso, el vestuario azulgrana tiene marcada la fecha de la revancha: a las 21:00 horas del domingo 21 de abril visitarán Chamartín, en la jornada 32 de LaLiga. A día de hoy, los merengues aún tienen ocho puntos de ventaja, pero la plantilla del Barça está convencida de que aún podrán aspirar al título si logran vencer en territorio hostil en el segundo duelo liguero de esta campaña. Así de claro lo expresaron dos pesos pesados del Barcelona como Marc-André Ter Stegen y el capitán Sergi Roberto, exultantes de felicidad tras el 0-3 de la noche del domingo ante un Atlético de Madrid intratable en el Metropolitano.
"Es muy difícil ganar aquí y lo conseguimos de una manera espectacular", recordaba el Ter Stegen, que no tardaba en meter al Real Madrid en su conversación. "Se trata de hacer los deberes que son más complicados. Era un partido muy tenso e importante para los dos equipos. Queremos llegar al Clásico con la posibilidad de hacer un buen partido y meternos ahí", manifestó en DAZN el meta germano, que ha recuperado su nivel después de la larga lesión y suma cuatro jornadas seguidas imbatido: "Me encuentro muy bien a nivel personal, pero me alegro mucho por el equipo. Todos defendemos. Se ha visto en las últimas jugadas. Es un logro del equipo".
Por su parte, Sergi Roberto redundaba en esa misma idea y remarcaba que la plantilla se encuentra en su momento de mayor confianza en lo que va de curso. "Queremos pelear por todo hasta el final. Ha sido un partidazo y una semana muy importante. Cada partido será una final. Estamos a ocho puntos del Real Madrid, pero lo bueno es que tenemos que jugar contra ellos, que podemos recortar. Cada partido hay que dar el máximo y vamos a pelear por ganarlo todo hasta el final", insistió en DAZN justo después del incontestable triunfo contra el Atlético.
"Ha sido una semana muy importante. Sabíamos el partido muy complicado en casa en Champions contra el Nápoles y venir aquí en este campo sabíamos que iba a ser muy complicado. Sabíamos que era muy importante ganar aquí para pelear la Liga hasta el final. Fue un partidazo de todo el equipo". "Estamos muy contentos todos. También por el entrenador, por todo lo que hemos sufrido durante la temporada. El equipo está para arriba. Viene el tramo más importante de LaLiga y estamos muy bien", agregó avisando al Real Madrid.