El 'tapado' para la delantera se iba de caché y seguirá en la Serie A

Sigue buscando afanosamente el Real Betis un delantero que complete su plantilla y sirva como competencia para Cédric Bakambu (todavía lesionado) y 'Chimy' Ávila (que ha rechazado ofertas para seguir en Heliópolis). El objetivo es reclutar un artillero distinto a los que ya hay, incluyendo aquéllos como Juanmi Jiménez o Assane Diao que pueden ejercer como 'falso 9'. De todas formas, prima el hecho de que sea joven (como máximo de 25 años) y revalorizable, tocando los dirigentes verdiblancos las puertas de los clubes más poderosos en busca de un excedente de cupo que tenga cabida en un equipo al alza que disputará competición europea por cuarta campaña consecutiva. El brasileño Vitor Roque, sin sitio en el FC Barcelona, y el alemán Youssoufa Moukoko, que desea marcharse del Borussia Dortmund, están en lo alto de la nómina de favoritos, aunque se han tanteado a otros muchos, desde Martín Satriano (propiedad del Inter) a Evann Guessand (Niza).

En los mentideros del balompié patrio se habla de un 'tapado' que no había salido hasta ahora a la luz y que bien podría ser Andrea Pinamonti, internacional italiano de nuevo cuño que, con su 1,85 y sus 25 primaveras (literal), habría seducido a los técnicos béticos. Con contrato en el Sassuolo hasta el 30 de junio de 2027, firmó en la 23/24 una producción ofensiva importante (12 goles y cuatro asistencias), pese a lo cual los 'neroverdes' intentan recuperar la fuerte inversión que realizaron el verano pasado (20 millones de euros) para sacarlo de Milán. Con todo, el de Cles ha puesto mucho de su parte para volver a casa... o, al menos, a una de sus casas. Formado en el ahora renacido Chievo Verona, el Inter lo firmó muy joven para su cantera, protagonizando luego un extraño historial de cesiones, ventas y recompras entre los 'neroazzurri' y el Génova. Ahora, ha regresado a la entidad ligur.

Según desvela el afamado periodista y experto en el mercado de fichajes Alfredo Pedullà, tanto Stuttgart como Real Betis se interesaron en los últimos días por Pinamonti, aunque el salario que percibe (2,4 millones de euros netos) lo convertía en prohibitivo tanto para germanos como para heliopolitanos. Ambos pretendían un préstamo con opción de compra al que no se oponían en la Emilia-Romagna, aunque los 'rossoblús' decantaron la balanza a su favor no ya manteniendo el caché al ariete, sino transformando la operación en una cesión remunerada (dos millones de euros) con una cláusula que les permitirá quedarse en propiedad al jugador a cambio de otros catorce millones el verano próximo.