Iago Aspas, rotundo con Rafa Benítez
El capitán del Celta analiza la evolución del equipo en dos temporadas con Rafa Benítez y Claudio Giráldez, asegurando que no sabe qué habría sido de él de haber continuado el madrileño en el banquillo celeste

Iago Aspas es de esos jugadores que siempre dice lo que piensa sin ataduras ni pelos en la lengua. Para bien y para mal eso le ha jugado alguna que otra polémica pero a sus 37 años, el de Moaña no va a cambiar. Por eso ha hablado sin tapujos de la transformación que ha vivido el Celta en los dos últimos años, de una mala experiencia con Rafa Benítez en la que acabaron luchando por no descender a Segunda con la llegada de Claudio Giráldez al banquillo.

"La temporada pasada sufrimos casi hasta el final, nos salvamos a falta de dos jornadas contra el Granada, y esta comenzó diferente, con muchísima ilusión. Estamos haciendo una temporada notable y ahora vamos a por la matrícula de honor. Fue un cambio total de juego. La proposición del míster ya sabíamos que era diferente, normalmente saliendo con tres de atrás, atacando muy bien los espacios, usando a los carrileros casi como extremos", explica Aspas en una entrevista al diario As.
Ahondando en la aventura de Rafa Benítez en el Celta de Vigo, Iago Aspas reconoce que su estilo de juego no llegó a convencer al vestuario. "No es que estuviera cómodo o no, era un estilo diferente. Yo tenía una muy buena relación con el míster y al ser el capitán charlaba bastante conmigo. No se dieron los resultados, aunque es cierto que estábamos cerca de ganar en muchos partidos y a veces por mala fortuna y otras, por errores arbitrales, no se dieron esas victorias. Si hubiéramos ganado uno o dos partidos más, igual seguiría Rafa aquí", reconoce el gallego.

Pero más allá de los resultados, era un estilo de juego que no casaba con la filosofía del Celta ni del propio capitán celeste: "No estaba tan cómodo como estoy hoy en día, eso es cierto. A mí siempre me ha gustado disfrutar a partir de la posesión del balón, es lo que me enseñaron en A Madroa. Me gusta ser protagonista, tener la pelota y jugar en campo rival".

Tanto es así que incluso Aspas no sabe si se hubiera retirado antes de tiempo si Rafa Benítez hubiera seguido en el banquillo. "No lo sé. Está claro que no me sentía cómodo, no estaba a gusto en el terreno de juego", admite, todo lo contrario que ocurre hoy en día con Claudio Giráldez: "Es un hombre que confía mucho en él y en su cuerpo técnico. No deja de trabajar, en buscar una cosa u otra en función del rival. Ya se ve en las alineaciones, que ganas un partido 3-0 y te mete cuatro cambios al siguiente partido. Es muy bueno, a mí ya me cogió en mi última etapa, pero también fue de los mejores que tuve en mi carrera. Me hubiera gustado que me hubiera entrenado hace unos años".