Louzán quiere apuntar a Balaídos como sede mundialista
El presidente de la RFEF estuvo presente en el partido entre Celta de Vigo y Barcelona, y le lanzó la idea de ser sede al alcalde y a la ciudad de Vigo

Instantes antes del pitido inicial entre el Celta de Vigo y el Barcelona, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Rafael Louzán, aprovechó su presencia en Balaídos para hablar sobre uno de los temas que más expectación genera en el fútbol español: las sedes del Mundial 2030. En declaraciones a Movistar+, Louzán dejó entrever la posibilidad de que Vigo aspire a albergar partidos de la cita mundialista que España organizará junto a Portugal y Marruecos.
"Ahora el alcalde y la ciudad están interesados en aspirar a ser sede. Tenemos doce sedes para once plazas y, en principio, la decisión debe adoptarla la FIFA", explicó el dirigente gallego, dejando clara la competencia que existe entre las ciudades candidatas.
Galicia, en la carrera mundialista
Louzán, que conoce de primera mano la realidad del fútbol gallego, destacó el papel que podría jugar la comunidad en un evento de tal magnitud. "Vamos a apoyar a las sedes gallegas", aseguró, antes de añadir que "A Coruña también tiene que hacer sus deberes y, por qué no, dos sedes mundialistas gallegas, como en el 82, hace casi 50 años". Con esa referencia al Mundial de 1982, el presidente apeló al recuerdo y al orgullo de una región que ya sabe lo que es recibir a las grandes selecciones del mundo.
En ese sentido, el dirigente federativo insistió en que Galicia cuenta con "instalaciones de nivel y afición de sobra" para ser parte de la cita. Sin embargo, advirtió que el proceso aún está en fase de valoración y que no todo depende de la Federación Española. "La FIFA tiene la última palabra, y todavía queda camino por delante", apuntó.
Balaídos, una opción con historia
El estadio vigués, actualmente en proceso de remodelación, es uno de los argumentos principales de la candidatura. Con su nueva imagen y la ampliación de su capacidad, Balaídos busca recuperar protagonismo en el panorama futbolístico nacional e internacional. El propio Louzán, consciente de la relevancia simbólica del feudo celeste, lanzó un mensaje de apoyo al proyecto: "Ojalá tengamos a Balaídos como sede".

Aun así, la realidad política y deportiva añade matices. El proceso de selección de sedes se ha convertido en una pugna entre distintas ciudades, y la Federación deberá equilibrar criterios deportivos, logísticos y de impacto económico. Vigo, por su parte, confía en que su historia, su afición y la implicación institucional pesen en la balanza.
Si finalmente se confirma, el Mundial 2030 podría suponer un impulso histórico para el fútbol gallego. Por ahora, Louzán ya ha dejado el balón en el tejado del alcalde y de toda la ciudad: Vigo sueña con volver a ser mundialista.