El único que no sonríe en el Celta ante los éxitos de Giráldez

Todo son buenas noticias en el Celta de Vigo. Su triunfo por la mínima a domicilio ante la Real Sociedad le afianza en la lucha por Europa de cara a las dos últimas jornadas de LaLiga. Pero en el plantel celeste hay alguien que no sonríe tanto como el resto, al menos en el plano individual. A falta de mes y medio para que finalice su contrato, Javier Manquillo apura su etapa en conjunto gallego sumido en el más absoluto ostracismo, pese a lo cual no levanta la voz y sigue trabajando en el día a día con total normalidad. Así lo ha asegurado en más de una ocasión el propio Claudio Giráldez, que no cuenta con él desde el pasado 19 de enero.

"No hay ningún problema ni confrontación", ha explicado el técnico pontevedrés cuando ha sido cuestionado por la situación del madrileño, que fue titular en siete de las 12 primeras jornadas y en otras dos no estuvo disponible por unas molestias físicas. Tras ello, sólo saltó al campo desde el banquillo en otros encuentros para sumar un total de 10 apariciones y 518 minutos, más otra media hora ante el Real Madrid en Copa del Rey, también en el mes de enero.

Desde entonces, aunque ha estado disponible físicamente, el ex canterano del Atlético de Madrid no ha vuelto a entrar en ninguna convocatoria. Son ya 16 partidos consecutivos viendo cómo su nombre no está incluido en las listas del entrenador celeste. Casi una vuelta entera con los dos partidos que restan por disputar, en los que su situación no tiene visos de cambiar.

A sus 31 años, Manquillo dirá adiós al Celta el próximo 30 de junio por la puerta de atrás. Tras desembarcar en el mercado invernal de la pasada campaña a coste cero, avalado por Rafa Benítez, llegó a disputar 12 choques en el segundo tramo del curso y no eran pocos los que pensaban que acabaría alargando su contrato. Nada más lejos de la realidad. Con una larga experiencia en la Premier League, en las filas del Liverpool, el Sunderland y el Newscastle, así como un paréntesis en el Olympique de Marsella, en verano le tocará buscar un nuevo destino.

Una discusión, el origen de todo

Con su despedida quizás se aclaren los verdadero motivos de por qué ha caído en olvido para Giráldez. No existe una confirmación oficial al respecto, pero ya se apuntó en su día que todo vino por una bronca con el entrenador al recriminarle que no le diese la titularidad ante el Athletic. Desde entonces, el gallego le hizo la cruz y Manquillo asiste desde la barrera a los éxitos de sus compañeros.