Alan Pace revoluciona el Espanyol: “Queremos ser uno de los seis grandes clubes del país”

El nuevo propietario del RCD Espanyol, Alan Pace, líder del grupo Velocity Sports Partners y también dueño del Burnley, promete una gestión cercana, sostenible y con alma. El nuevo presidente llega decidido a devolver al club precio el orgullo, la ambición y la conexión con su afición

Alan Pace revoluciona el Espanyol: “Queremos ser uno de los seis grandes clubes del país”
Alan Pace realiza sus primeras declaraciones como dueño del Espanyol - CORDON PRESS

El RCD Espanyol vive días de profunda transformación. Tras años de desconexión entre la propiedad y la afición, la llegada de Alan Pace ha supuesto un giro total en la forma de entender el club. El empresario estadounidense, presidente de ALK Capital y propietario del Burnley FC, ha completado la adquisición de una participación mayoritaria en la entidad blanquiazul, iniciando una nueva etapa marcada por la implicación directa y el respeto por la historia perica.

Su presentación oficial tuvo lugar en el Auditori Juan Segura Palomares, ante más de treinta medios de comunicación, y sirvió como declaración de intenciones. No venimos a cambiar lo que es el Espanyol, venimos a honrarlo y a fortalecerlo, aseguró Pace, alternando el castellano y el catalán en su discurso. “Al acercarnos al 125 aniversario, celebramos el espíritu y el orgullo de generaciones de aficionados. Este club tiene un legado que debemos cuidar y hacer crecer con respeto”, añadió.

Un mensaje lleno de ilusión e historia

El nuevo propietario insistió en que su inversión no es un movimiento puramente económico, sino un compromiso a largo plazo con la comunidad: “Crecer no significa solo gastar dinero. Aquí hay historia, una cantera y una identidad que debemos potenciar. En Burnley aprendimos que el éxito llega cuando se combina la pasión con una buena gestión. Queremos hacer lo mismo aquí”.

Pace, que vivió en Barcelona durante su etapa universitaria, reconoció que el proyecto perico es un sueño personal hecho realidad: “Hace tres años comenzamos a buscar un club en España y, cuando surgió la opción del Espanyol, supe que era el destino correcto. Estuve aquí como estudiante, conocí su historia y su gente, y me enamoré del club. Hoy ese sueño ya está vivo”.

Sobre su papel en la gestión, fue claro: “Mao Ye seguirá como CEO. Yo estaré para guiar la estrategia y aportar mi experiencia, pero no dirigiré el día a día. Confío plenamente en las personas que ya están trabajando aquí”.

Un reto muy ambicioso

El nuevo líder del Espanyol también habló de su visión deportiva: “Queremos ser uno de los seis grandes clubes del país. Éxito, para mí, es tener una mentalidad ganadora y hacer que el mundo del fútbol mire hacia el Espanyol como un ejemplo de gestión y pasión”.

Respecto a la relación con el Burnley, explicó que ambos clubes mantendrán su independencia, aunque podrán colaborar en intercambios o cesiones puntuales. “Podemos aprender mucho uno del otro, pero no habrá una fusión ni trasvases masivos de personal. Cada entidad tiene su propia identidad”, puntualizó.

Además, Pace identificó una oportunidad clave para el crecimiento del club: atraer al público internacional que visita Barcelona. “Demasiados turistas llegan sin conocer al Espanyol. Queremos que nos descubran, que vengan al estadio y quizá se conviertan en nuevos pericos. Hay mucho potencial para crecer dentro y fuera de la ciudad”, afirmó.

El empresario se mostró emocionado por la cálida acogida de la afición, algo que no siempre experimentó en sus anteriores proyectos. “En Burnley al principio hubo desconfianza. Aquí, en cambio, me han recibido con los brazos abiertos. Eso me motiva aún más para estar a la altura”, confesó.

La era Alan Pace apenas comienza, pero ya se percibe un cambio de tono y de ambición. Su llegada simboliza una reconexión entre el club y su gente, un nuevo rumbo que busca levar al Espanyol a lo más alto del fútbol nacional, y consolidarlo como un proyecto competitivo.